Nuestra Historia Irrepetida

Estas ganas infinitas de romper el mundo,
de abrir la puerta sellada de la vida
por medio de la cual se puede regresar
al momento justo de la inmadura decisión
que nos llevó directamente al portal de la desilusión.

Estas ganas infinitas de volver a los dieciocho,
a los mil besos de la diosa del vermouth,
los motivos infinitos para querer frenar el tiempo,
ponerlo en reversa y jugar a escultor del destino,
de las consecuencias inevitables ser agricultor.

Estas ganas de aquella tarde tan bonita,
de pausar el tiempo en aquella sensación,
nada salió mal, salvo la imposibilidad de repetirlo,
pero el viento y la playa estuvieron de mi parte,
y aquel atardecer, y aquel amor sin equipaje,
con la ternura en los cordones de la marioneta.

Hoy me pregunté qué habrá sido de mi teatro,
donde le cantaba y le besaba una historia
que aplaudía suavecito y con toda su elegancia,
tal como esa vez que me aplaudió de pie junto a la cama,
por los seis orgasmos mejor dibujados de toda su vida,
de toda mi vida, de nuestra historia irrepetida…

Misma vez que ahora busco en el fondo del bar,
en la noche triste en que sonrío y le vuelvo a cantar…

El amor a veces es el humo imposible que grita,
a contracorriente, y que no sabe si marcharse o si regresar.

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 24/04/2016

Este Descomunal Ir y Venir

Es descomunal este ir y venir,
del principio hacia el final,
correr en ciclos repetidos
que no llevan a ningún lugar
pero que nos devuelven de la tristeza a cantar.

Será la clase que le pongo a la elegancia
o el color de tus ojos rudos la razón,
será que no escucho nunca el móvil sonar
o que no nací programado para contestar.

Voy a seguir cantando a tu recuerdo,
no voy a olvidar tu dirección en Seattle,
ni que le dije a todos que estabas más lejos,
que ya no volverías a esta cruel ciudad.

Me voy a reír de las películas que veías,
de que resultaste ser otra Miss Carrousel,
de tu falda a cuadros sin principio, ni final,
de las promesas que te hice, de no cumplir al menos una,
de cumplirle, al menos cinco, a tu amiga la santina,
de esta ida y vuelta con destino
a nuestro sitio preferido que es ningún lugar.

Es descomunal ser niños y resolver las cosas
con más inteligencia que la de un adulto,
al ser adultos tener ganas de volver a ser niños,
dejar de soñar con Disneylandia, comenzar a entender
que el tiempo vuela y pasa, que la soledad es recurrente,
que ya nadie nos espera en casa,
que debimos quedarnos juntos,
que debimos tantas cosas, debimos y nada.

Voy a seguir cantando a tu risa,
no voy a olvidar tu desnudez en retrato,
tu cuerpo de diosa experta en acrobacias,
que de ti jamás se me han quitado las ganas,
por fin, me voy a beber el Jack Daniels que me regalaste,
lo voy a dejar de esconder en el zaguán de mis desastres.

Me voy a reír de las historias que escribías,
de que resulté ser un extranjero más que se iría,
de tu tierna locura sin principio, ni final,
de las promesas que me hiciste, de tu aderezo de aceitunas,
de la comida francesa que nunca pudiste emular,
de esta ida y vuelta con destino,
sin documentos, caminos o heridas,
a nuestro sitio preferido, aquel silente bar a escondidas.

Es descomunal este ir y venir…
¿Cuándo volverás?

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 24/04/2016


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Talvés es Para Siempre en la Ciudad

Un guiño y cuenta hasta tres,
que sírveme una copa,
me pasas ese barril después,
cometas de neón,
astucia citadina,
no me deja, no me olvida,
pues le gusta mi canción.

Y se calla la boca cuando se la como a besos,
me desmaya el corazón, boca a boca  en aluviones,
tú y yo somos dos canallas, que bonita minifalda,
se me notan en los dientes los amores, no te enojes,
brinda otra vez conmigo, no nos pueden engañar,
tú y yo somos de ciudad y el mundo nuestro bar…

Así que ven, cincuenta pasos a la vez,
desbócate conmigo, que esto no es para siempre
y talvés, cuando menos te lo esperes estaré
en el portal de la casa de tu madre, gritándote a mil voces:
¡Eres la chica de ciudad más guapa que besé!

Así que ven, ochenta y nueve besos, un porqué,
desbócate conmigo, que esto es para siempre
y talvés, cuando menos te lo esperes me iré,
me verás, alguna vez, salir en televisión esbozando una sonrisa leve
cuando algún idiota me pregunte por mi amor.

Y volverás a callarte la boca aunque no esté cerca,
me guardarás un faro de ciudad, veinte pasos en la Catedral,
dos millas de reproches y veinticuatro soles para Navidad.

Llévame en la pulsera que te hiciste
con las cuerdas rotas de mi guitarra, en Alcatraz,
muérdeme los labios una ante-trigésima penúltima vez,
que esto podría no ser para siempre,
podría no dejarlo todo por tu imagen,
podría cansarme del desastre de los autos,
de malos funcionarios y personas conformistas…

Así que ven, doscientas treinta y nueve lunas por volver,
desbócate conmigo, que esto no es para siempre,
podría dejarte atrás para que no te alcance la ruleta de la muerte,
y talvés, cuando menos te lo esperes estaré
frente al bullicio de tu enjambre, haciéndome un sitio,
gritándote a mil voces: ¡Eres la chica de ciudad más guapa que adoré!

Así que ven, quinientas nueve vidas y un vagón de tren,
cuatro antorchas de palizas, una monja que es infiel,
desbócate conmigo, el mundo enloquece y talvés es para siempre,
cuando menos te lo esperes te habré tomado de la mano, invitándote a venir,
supongo que alguien debe responder a las preguntas tontas, en mi lugar,
y quien mejor que la chica de ciudad, más guapa, que siempre me hizo volar…

© Copyright – Messieral | Luis Eduardo – Poesía
Ciudad de Guatemala 11/04/2016

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That beach, which made us love us more …

Yo estoy sentado en la mesa de siempre, de este íntimo y tranquilo bar, hoy nada de alcohol, sólo un café que tenga el sabor de tus labios y aunque no lo tenga, me engaño y siento tu beso. Sabes, ha sonado nuestra canción, la que evocaba nuestra llovizna con sol y he apretado los puños, he cerrado los ojos para no ver el desastre que hicimos. De nuestro verde azulado hoy queda un blanco tan incómodo como el vacío, si tan sólo estuvieras aquí, para arreglarlo todo a los besos, para sacudir el enjambre del mundo y que todas esas abejas que nos gritan en los oídos se alejen, para volver a escuchar tu voz, para que escuches mi voz, para que no perdamos el tiempo y estemos juntos, sin prestar de nuestro tiempo a gente que jamás mereció la pena, que jamás mereció un segundo.

Sorbo a sorbo el viento me angustia, no estás a mi lado y aunque sé exactamente dónde estás, no me basta, no es junto a mí. Todos estos kilómetros de por medio cortan como afilados y desobedientes cuchillos de faquir , me sangra un poco el corazón y aunque te he perdonado por todos esos fallos, el misterio de saber si por fin eres sincera y si seremos en realidad el uno para la otra, hasta el fin, me agobia por las noches y no me deja respirar con calma. Yo quiero creer en ti, que tú creas en nosotros, que entiendas que el amor siempre ha sido algo más grande y verdadero, deshalb baby it’s not necessary to lie.

Ya no hay nada que temer, todo lo que no queríamos lo tenemos frente a nosotros, todo este dolor que siento, todo ese temor que te muerde sin clemencia, todo este desastre y el esquelético esbozo que es, ahora, aquel amor total que quisimos fabricar. Dime a dónde irás si vas sin mí, dime si vale la pena seguirnos lastimando, seguir discutiendo por cosas que no van a hacer más fuerte nuestro amor. Te he amado como un caballero a su doncella, con el alma enardecido, con las fuerzas del dragón y el enigma del quetzal. Ven conmigo y no diluyas en el agua de las zozobras todo esto que te he dado sólo a ti, unendlichkeit just for you.

Llévame a la magia que sólo tú me has entregado, devuélveme a la playa en la que jamás hubo marea imposible, en la que te hice el amor sin haberte conocido aún, en la que nos espera la libertad y la tranquilidad que merecemos. Ya no llames a la puerta del demonio, ya no marques nuestras pieles con la herida del desahucio, invítame a confiar en tus caricias, en tus cariñosos modos de princesa deliciosa, que no abarque, nunca más, la tristeza a nuestra eterna canción de amor…  Nimm mich to that beach, which made us love us more …

© Copyright – Messieral | Luis Eduardo – Historias en Ascuas
Ciudad de Guatemala 03/03/2016

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Mariposa Oscura de Pétalos Mortíferos
Elegir(te)

Al pan, pan y albino vino
La Blanca más Morena que Besé
Yo Escribo Para Usted

La fotografía: Un Respiro de Paz, es propiedad y arte de Rocío Pardos a quien pueden seguir a través de su Blog: FOTOGRAFÍA ROCÍO PH y también pueden seguirla en su Fan Page de Facebook: UN VIAJE DE DIEZ MIL KILÓMETROS EMPIEZA POR UN SOLO PASO