Tratando de entender
la vida y sus conceptos,
con besos de entretiempo
y presagios que nunca creeremos;
me encuentro una respuesta
que amaina mis tristezas.
Quizás no he sido bueno
y me he enredado en los excesos
de cuerpos femeninos
que me entregaron sus mejores momentos.
Y entre tanto que camino
voy desempañando las ventanas
a través de las que observo,
del universo, tantas llamas;
tú estás siempre tan hermosa
y yo siempre tan enamorado
de tu sonrisa que se me antoja,
como a mis manos el abecedario.
Si hay un motivo por el que vivir;
por el que llorar sin predecir
que son de fuego, ardiendo lento,
la vida y todos sus espejos;
es el que me indica a todos vientos
que mi espacio es en el que quepan mis versos
y mi mayor ventura la que me ate con hermosos lazos
al privilegio tan excelso de cada noche
en la que pueda contemplarte y adorarte…
©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 18 de enero de 2,017