Mi Primer Gran Amor

Mi primer gran amor me dijo escribirás
y un sinfín de libros tuyos en mi librera guardaré,
entraré a las librerías invocando tu nombre, preguntando por ti,
y hallaré tu rostro, de sonrisa gris, inmóvil justo allí.

Me hablaba de la fama, yo me dejaba ir
decantado entre el perfume que desprendía su piel,
su cabello era un tesoro de misterios tricolor,
es posible que aún conserve la caricia que escondí.

Y en cada poema, en cada historia nueva,
sus ojos aún me llaman mentiroso
cuando le niego en voz alta que tanto no me encanta,
me da un beso en la mejilla y se sumerge hasta mi alma,
es posible que algún día sea capaz de dar su nombre a otro verso
para que lo lea alguna vez y se olvide la migraña entre mis cielos.

Celosa y antipática cuando llegaba otro fin de semana,
si no te veo quién te verá por mí, si no me besas en quién pensarás,
así se iban tantas horas amarrados a la línea telefónica
para restar las dudas, para besarnos a distancia, a la claridad.

Cantaba notas tan hermosas, me besaba misteriosa,
el secreto de sus traumas en mis manos descansó
hasta que un buen día un ave nació de ellas,
hasta que un buen día aprendió a ser feliz y emigró.

Ojalá que un día me encuentre en las librerías,
ojalá que se emocione con todo lo que provocó,
que aún me lea entre las líneas, que me bese desmedida,
ojalá pueda encontrarle y decirle que todo es por su hermosa culpa,
que la palabra vino a mí cuando ella estaba aquí,
quisiera abrazarla a mi cuerpo, darle las gracias
y decirle que por ella aún sería capaz
de plantar aquella rosa en la arena blanca del mar…

Yo le dije que la amaba sin saber lo que era amor
y ojalá algo de aquel amor inexperto se conserve para dos
por si el viento nos arrastra, alguna vez,
al pasado, vestido de futuro, que pasó… O que volvió.

Ojalá que yo adorne algún libro con su nombre
para que un día en una librería pregunte por mí
y encuentre nuestros nombres juntos justo allí.

Porque mi primer gran amor me dijo escribirás
y toda nuestra rebeldía nos escribió un quizás…

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 11/08/2016

Caricia de Gota

Verte sonreír, algunas mañanas durante la semana,
olvidar así el agobio, la pena que imantaba
todo ese mal genio y el desprecio por lo sentido,
verte sonreír, recuperar la esperanza de que existe vida fuera de mi mundo,
en otros milagros que han llegado contigo, sin aspavientos ni ruidos.

Sentir que el alma flota si delante tú apareces,
no existe explicación para algunas cosas de la vida
porque en realidad las explicaciones no hacen falta
cuando el corazón se abstiene de melancolía.

Yo no quiero forzar la buena suerte que me traes,
pero un beso tuyo bastará para conservarla,
no es que no tenga modales de caballero
pero a estas alturas ya he sido delatado por el ademán
enamorado de mi mirada, de este buen enredo.

Quiero conocer tu lado preferido de un roce,
el silencio que siempre te grita esas voces,
la sonrisa y la belleza que no se te quita pasada la media noche,
todas esas historias que te trajeron a este lugar en que estamos,
todos esos momentos que te hicieron perder la respiración
y saber si acaso nuestra primera vista fue uno de ellos,
como lo ha sido para mí, dicho para no herir al secreto.

Creo que te esperaba, te reservaba
la platea única a mi mejor historia,
creo con una palabra un comienzo,
algo personal entre tu juventud y elegancia,
con mis manos desdibujando la absenta consentida al hada.

Puedes llevarte todos los besos que quieras,
de mi boca a tus colmenas perfectas,
que no opongo resistencia a salvaciones de buena mañana,
que no opongo resistencia a tan hermosas alforjas de entraña.

Porque tú y nadie más, antes o después,
eres la caricia de gota impactando mi centro,
creando menester de inundaciones
en la reivindicación de mi cuerpo. Y de este momento.

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 29/07/2016

Yo me Dedico a Escribir

Yo me dedico a escribir desde entonces
y aunque ya no sé dónde está con su porte,
sigo creyendo en la palabra y en aquel sentir,
porque me enseñó que estar enamorado es de valientes,
que no siempre te llevas a casa los presentes
y que a veces, entre llorar y reír, puedes elegir escribir…

Yo guardo tanta gratitud a su belleza
y al aroma que a su paso percibía,
que fuera mis ganas de vivir cada mañana,
que me sonriera tan linda y siempre guapa.

Hace tantos años que no la veo
y probablemente nunca más la vuelva a ver,
pero dejó en mí lo mejor que he encontrado,
todas estas ganas de, a diario, escribir.

Yo me dedico a escribir desde entonces,
yo me dedico a escribir desde ella
y aunque todo cambió,
y el tiempo es un cometa
inhóspito y desobediente…

Yo sigo escribiendo gracias a ella…

Ella guardó mis escritos cual tesoros,
se alejó con normalidad, como nos alejamos todos,
nunca pudimos ser pareja o serlo todo,
simplemente, yo, un total admirador,
desde mi juventud y apasionado sol,
de su luna actriz, un día después de mí…

© Copyright – Messieral | Luis Eduardo – Poesía
Ciudad de Guatemala 09/04/2016

Muchas gracias por tus ojos y por estar,
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