Talvés es Para Siempre en la Ciudad

Un guiño y cuenta hasta tres,
que sírveme una copa,
me pasas ese barril después,
cometas de neón,
astucia citadina,
no me deja, no me olvida,
pues le gusta mi canción.

Y se calla la boca cuando se la como a besos,
me desmaya el corazón, boca a boca  en aluviones,
tú y yo somos dos canallas, que bonita minifalda,
se me notan en los dientes los amores, no te enojes,
brinda otra vez conmigo, no nos pueden engañar,
tú y yo somos de ciudad y el mundo nuestro bar…

Así que ven, cincuenta pasos a la vez,
desbócate conmigo, que esto no es para siempre
y talvés, cuando menos te lo esperes estaré
en el portal de la casa de tu madre, gritándote a mil voces:
¡Eres la chica de ciudad más guapa que besé!

Así que ven, ochenta y nueve besos, un porqué,
desbócate conmigo, que esto es para siempre
y talvés, cuando menos te lo esperes me iré,
me verás, alguna vez, salir en televisión esbozando una sonrisa leve
cuando algún idiota me pregunte por mi amor.

Y volverás a callarte la boca aunque no esté cerca,
me guardarás un faro de ciudad, veinte pasos en la Catedral,
dos millas de reproches y veinticuatro soles para Navidad.

Llévame en la pulsera que te hiciste
con las cuerdas rotas de mi guitarra, en Alcatraz,
muérdeme los labios una ante-trigésima penúltima vez,
que esto podría no ser para siempre,
podría no dejarlo todo por tu imagen,
podría cansarme del desastre de los autos,
de malos funcionarios y personas conformistas…

Así que ven, doscientas treinta y nueve lunas por volver,
desbócate conmigo, que esto no es para siempre,
podría dejarte atrás para que no te alcance la ruleta de la muerte,
y talvés, cuando menos te lo esperes estaré
frente al bullicio de tu enjambre, haciéndome un sitio,
gritándote a mil voces: ¡Eres la chica de ciudad más guapa que adoré!

Así que ven, quinientas nueve vidas y un vagón de tren,
cuatro antorchas de palizas, una monja que es infiel,
desbócate conmigo, el mundo enloquece y talvés es para siempre,
cuando menos te lo esperes te habré tomado de la mano, invitándote a venir,
supongo que alguien debe responder a las preguntas tontas, en mi lugar,
y quien mejor que la chica de ciudad, más guapa, que siempre me hizo volar…

© Copyright – Messieral | Luis Eduardo – Poesía
Ciudad de Guatemala 11/04/2016

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La Mia Bevanda Esotica

A estas alturas de mi ruta, no existen razones para seguir escondiendo tu historia, para guardarla tan profunda en el rellano de mis silencios. Ya no basta fantasear con tu cuerpo, y todo lo que te conforma, en otras figuras abyectas y mecánicas que me abruman.

Diciembre cuatro, un veinte y cero siete, luego de llenar de tanta complicidad nuestra historia telefónica, luego de sonreír, de las voces más sinceras, que sin ti no podría vivir, dónde has estado una semana entera, no he sabido de ti, me has abandonado o es que dejé de gustarte, nos encontramos. Luego de tanta novedad, de volar sobre las llamas del infinito al escuchar tu voz de cerca, luego de mojar el sendero travieso de tu encanto al escucharme nombrarte: mi bevanda esotica.

Esa tarde me prometiste que no mordías a menos de que te lo permitiera, el negro riguroso en tu vestimenta y nuestro deseo de música estridente nos llevó hasta tu casa, en la caminata a medias se fue la cajetilla de Kampfen Holland, de Olifant, que mi amiga me obsequió previo a mi cumpleaños, entre risas y hablar de su cedro, de hablar de lo emocionante que sería hacer el amor a orillas de un lago, me escuchaste atenta al contarte la historia del Ijsselmeer.

Llegamos a tu casa, una casa modestamente costosa, me llevaste a tu habitación, me conozco así que no quise sentarme en tu cama tan deprisa, me quedé de pie frente a tu ordenador mientras te veía recostarte sobre tu delfín de peluche, con un cuaderno entre las manos me hiciste varias preguntas, parecía un interrogatorio muy interesante así que accedí. Luego de bobas preguntas y de sentirme un poco exhausto de  tanto caminar por tu habitación, encestando la pelotita en el aro detrás de tu puerta, me senté con toda comodidad y confianza en tu escaso sofá, te vi caminar hacia mí, pero tu dirección cambió en el último instante, prometiste volver pronto, que no me impacientara. No pude cumplir y antes de que volvieras encendí otro luminoso, te esperé sentado en aquel sofá.

Volviste con aquella minifalda de látex que tanto extraño, la que no quisiste regalarme por su costo y valor, por tu promesa de no ponértela para nadie más, bevanda mentirosa. Estoy seguro de que muchas otras bocas se han abierto como la mía, por la sorpresa, frente a ella. Volviste presumiendo esas piernas perfectas y luengas, un corset adore me para ajustar y resaltar tu talla 36 double D, esa tarde aprendí de magosteens, mis favoritas de toda la vida…

Ese primer beso, nada tierno como el de las tontas historias de princesas, lo encendiste con metano y aerosoles incandescentes, mi fuego hizo la amalgama absoluta de sublimación contractual de higo y dedo citrón elevados al nirvana. Ese beso nos llevó al éxtasis en movimientos sórdidos y naturales. Fuiste la mejor y tus acrobacias necesarias acatando mis ordenes, labios seminales y calor de la hoguera, un truco nuevo para mi bevanda corruptible , otra pirueta y las cintas, los arneses y el amor a flor de indecencia…

Desdibujé toda tu ropa y aparqué mi sexo en tu interior, de tal manera que nunca lo olvidaras y fue nuestro secreto mientras guardábamos besos polizontes en las embarcaciones de nuestras historias. Fue tan breve el tiempo de ser tuyo, fue tan corto el tiempo de poseerte, unos meses antes del caos, pero suficiente para ganarle el tiempo a las quinientas veces de bagaje blanco y cromáticas caobas. Siempre de tarde la despedida, pero tan temprano el inicio al juego, madrugar y levantarse que hoy toca conocer todo lo que está prohibido en el cielo, dirigirme hacia tu casa y saber que me esperabas, con nuevas sorpresas o con total disposición para con lo que me viniera en gana, en fin, ya seguiré contando tu historia, por ahora está bien afirmar que nessuno lo fa come te, bevanda esotica…

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 30/03/2016

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