Yo me dedico a escribir desde entonces
y aunque ya no sé dónde está con su porte,
sigo creyendo en la palabra y en aquel sentir,
porque me enseñó que estar enamorado es de valientes,
que no siempre te llevas a casa los presentes
y que a veces, entre llorar y reír, puedes elegir escribir…
Yo guardo tanta gratitud a su belleza
y al aroma que a su paso percibía,
que fuera mis ganas de vivir cada mañana,
que me sonriera tan linda y siempre guapa.
Hace tantos años que no la veo
y probablemente nunca más la vuelva a ver,
pero dejó en mí lo mejor que he encontrado,
todas estas ganas de, a diario, escribir.
Yo me dedico a escribir desde entonces,
yo me dedico a escribir desde ella
y aunque todo cambió,
y el tiempo es un cometa
inhóspito y desobediente…
Yo sigo escribiendo gracias a ella…
Ella guardó mis escritos cual tesoros,
se alejó con normalidad, como nos alejamos todos,
nunca pudimos ser pareja o serlo todo,
simplemente, yo, un total admirador,
desde mi juventud y apasionado sol,
de su luna actriz, un día después de mí…
© Copyright – Messieral | Luis Eduardo – Poesía
Ciudad de Guatemala 09/04/2016
Muchas gracias por tus ojos y por estar,
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