Noche Imperial

Profundidad inmaterial;
ya has notado que es verdad,
rincón perdido en soledad,
minúsculas voces al amar.

Y un profundo recuerdo que desborda mi pecho,
como desbordan los ríos tus aguaceros de cielo;
y un profundo recuerdo que desborda tus besos
como desbordan los ríos mis aguaceros de vuelo.

Solemnidad artificial,
en un circo de actos hermosos
de piel y metal;
noche imperial
ruidos luminosos
en ciudades de sal.

Y un profundo recorrido que nutre tu cuerpo
con la necesaria circunstancia de soles cansados;
sexo a favor de las maneras que crea el silencio,
duelo perpetuo cuando acaba de romperse un secreto…

©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 4 de agosto de 2,017

All the things that I have are worthless. All the things that I dreamed of as a child became steamy. I am a slave to the price you demand for your kisses, for your body and your sex … I am a slave of a price that I cannot pay …

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 21 enero 2,017

Su Merced

Tan sofisticada por la vida,
con paso tan firme pero ambiguo,
desperdiciando una propuesta seria de amor
por ir detrás de los huesos de perro
a los que no quisieron los zopilotes
prestar ni un rato de atención.

Tan ruda se rompe a llorar,
se pregunta una y mil veces qué pasa,
no se da cuenta que el gran error
es que justamente no pase nada.

Pero se cree la más guapa,
la mejor, la que está más buena,
cree que tiene experiencia,
que todos son unos tontos
y que ella es la reina,
se cree la más elegante,
la más pensante,
se cree tantas cosas
que cuando se estrella en su desastre
sigue creyendo, incluso, que no es la culpable.

Pero qué vas a saber de vivir,
si el horizonte jamás te besó la cara,
si vas a acabar sin motivos ni esperanza,
has estado sola, como sola la balanza
que pende de la justicia irredenta
en aras de idiotas patrañas.

Pero qué vas a saber del amor o del sexo,
si mostrarle el cuerpo desnudo a cualquiera
no es que sea la prueba más bella del mundo,
ni de la inteligencia, ni de la fineza que pregona su Merced,
comprende que nunca te lo hicieron bien, ni lo harán,
que nunca te amaron con sinceridad, ni será,
comprende que el amor es capaz de amansar torbellinos
y que tú no conoces ni una pizca de él, que no te amó nadie
si no se dejó los orgullos y caprichos por tu felicidad,
que no te lo han hecho bien, que del sexo no sabes un pez
si nunca te mordieron los tobillos y lloraste desnuda de tanto placer…

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 14/05/2016

La Mia Bevanda Esotica

A estas alturas de mi ruta, no existen razones para seguir escondiendo tu historia, para guardarla tan profunda en el rellano de mis silencios. Ya no basta fantasear con tu cuerpo, y todo lo que te conforma, en otras figuras abyectas y mecánicas que me abruman.

Diciembre cuatro, un veinte y cero siete, luego de llenar de tanta complicidad nuestra historia telefónica, luego de sonreír, de las voces más sinceras, que sin ti no podría vivir, dónde has estado una semana entera, no he sabido de ti, me has abandonado o es que dejé de gustarte, nos encontramos. Luego de tanta novedad, de volar sobre las llamas del infinito al escuchar tu voz de cerca, luego de mojar el sendero travieso de tu encanto al escucharme nombrarte: mi bevanda esotica.

Esa tarde me prometiste que no mordías a menos de que te lo permitiera, el negro riguroso en tu vestimenta y nuestro deseo de música estridente nos llevó hasta tu casa, en la caminata a medias se fue la cajetilla de Kampfen Holland, de Olifant, que mi amiga me obsequió previo a mi cumpleaños, entre risas y hablar de su cedro, de hablar de lo emocionante que sería hacer el amor a orillas de un lago, me escuchaste atenta al contarte la historia del Ijsselmeer.

Llegamos a tu casa, una casa modestamente costosa, me llevaste a tu habitación, me conozco así que no quise sentarme en tu cama tan deprisa, me quedé de pie frente a tu ordenador mientras te veía recostarte sobre tu delfín de peluche, con un cuaderno entre las manos me hiciste varias preguntas, parecía un interrogatorio muy interesante así que accedí. Luego de bobas preguntas y de sentirme un poco exhausto de  tanto caminar por tu habitación, encestando la pelotita en el aro detrás de tu puerta, me senté con toda comodidad y confianza en tu escaso sofá, te vi caminar hacia mí, pero tu dirección cambió en el último instante, prometiste volver pronto, que no me impacientara. No pude cumplir y antes de que volvieras encendí otro luminoso, te esperé sentado en aquel sofá.

Volviste con aquella minifalda de látex que tanto extraño, la que no quisiste regalarme por su costo y valor, por tu promesa de no ponértela para nadie más, bevanda mentirosa. Estoy seguro de que muchas otras bocas se han abierto como la mía, por la sorpresa, frente a ella. Volviste presumiendo esas piernas perfectas y luengas, un corset adore me para ajustar y resaltar tu talla 36 double D, esa tarde aprendí de magosteens, mis favoritas de toda la vida…

Ese primer beso, nada tierno como el de las tontas historias de princesas, lo encendiste con metano y aerosoles incandescentes, mi fuego hizo la amalgama absoluta de sublimación contractual de higo y dedo citrón elevados al nirvana. Ese beso nos llevó al éxtasis en movimientos sórdidos y naturales. Fuiste la mejor y tus acrobacias necesarias acatando mis ordenes, labios seminales y calor de la hoguera, un truco nuevo para mi bevanda corruptible , otra pirueta y las cintas, los arneses y el amor a flor de indecencia…

Desdibujé toda tu ropa y aparqué mi sexo en tu interior, de tal manera que nunca lo olvidaras y fue nuestro secreto mientras guardábamos besos polizontes en las embarcaciones de nuestras historias. Fue tan breve el tiempo de ser tuyo, fue tan corto el tiempo de poseerte, unos meses antes del caos, pero suficiente para ganarle el tiempo a las quinientas veces de bagaje blanco y cromáticas caobas. Siempre de tarde la despedida, pero tan temprano el inicio al juego, madrugar y levantarse que hoy toca conocer todo lo que está prohibido en el cielo, dirigirme hacia tu casa y saber que me esperabas, con nuevas sorpresas o con total disposición para con lo que me viniera en gana, en fin, ya seguiré contando tu historia, por ahora está bien afirmar que nessuno lo fa come te, bevanda esotica…

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 30/03/2016

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En realidad, una mujer no debiera preguntarse cómo debe, ella, de responder a las pretensiones, provocaciones y promesas incorpóreas de un idiota. Porque, efectivamente, no debe hacerlo, simplemente debe alejarse de eso a tiempo. La mujer, como tal, debiera darse a respetar y esperar a quien le conquiste, ame y seduzca con alma, cuerpo conciencia, corazón, espíritu y esperma. Porque un hombre de verdad estará dispuesto a ello y nunca a menos.

Ich bin müde von Ihrem Gejammer und Huren Gründe. Sein Idiot-Sex.

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 22/03/2016

Quinientas Nubes de Luto y Dos de Gris por si las Dudas…

De ti aprendí que el punto no va sobre la i,
que hacer el amor es impreciso, pero devorarse no…

Te vi bailar para mí, abrí mi camisa y te dejé latir,
no dudé de tu figura, de tu cuerpo de diosa perfecta,
duró lo que duró, ese siempre será nuestro secreto,
aunque debo reconocer que de las cinco a las diez es un buen trecho.

Te bebiste mi esencia y sólo a ti te he embriagado,
ya no hay diversión entre amantes en días de Obama,
quítate el apellido de ese y vuelve a mis brazos,
que terrible es vivir con otra sabiéndome de ti enamorado.

Recordaba ese lunes, la otra tarde, recordaba el alcohol y la lluvia,
quinientas nubes de luto desde que marchaste, dos de gris por si las dudas
y la misma esperanza del tonto que espera sin hacer nada, sólo drama.

Aprendí de tu sexo que el ron sabe bien con casi todo,
de tu falda aprendí que la victoria implica ascensos preciosos,
de tu ombligo que su piercing contagia a mi lengua
y de tus caderas, que es magia el mordisco de plumas viajeras.

De ti aprendí que el punto, casi nunca, va sobre la i,
que Cortázar se alegra en tu lengua, que Borges sonríe también,
que Asturias nos desenreda si lo pronuncias con cadencia,
y que Storni nos guarda un trocito de lucha, por si las dudas…

Que el rock sabe mejor a oscuras,
que las manos se sienten mejor dónde no las vean,
que abrazada a mi cazadora tú rimas perfecta
y que siempre nos queda un Bloody Mary esperando en la barra…

Nunca voy a olvidarme de tu recuerdo, de tus labios de cierzo,
Tú y yo encontramos la dirección del amor, fuimos sin dudarlo para el otro extremo…

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 11/03/2016