Quítate la ropa y no ardas tan pronto,
siempre fui capaz de aplazar el final.
No sé cuándo vuelva a mí la fortuna
de tu cuerpo y de tu beso de alta mar.
No sé cuándo gire en mi favor este universo
del que tú eres el más insólito percal.
No sé cuándo vuelva a mí la fortuna
de tu entrega femenina y de tu amor inaugural.
Quítate la ropa y no ardas tan pronto,
siempre fui capaz de concluir sin final…
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