Era un espectáculo, como ningún otro,
verle amanecer con el alma en los labios.
Ser parte de lo que creaba con una sonrisa,
ser el cómplice puntual de su fuego, a merced.
Era un espectáculo, como ningún otro,
verle merecer un milagro, un asombro,
que conjugara su belleza con el arte de ser ella,
de ser parte mía y parte del más silente viento…
Era un espectáculo, como ningún otro,
verle amanecer con el alma en los poros.
Ser parte de lo que creaba, con su desnudez, sobre la arenisca;
y ser el cómplice puntual de su celo, a merecer.
Messieral Studio, febrero 2,021
Blog Oficial de Messieral
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Era un espectáculo, como ningún otro,
A Merced / messieral.com / 2,021.
verle amanecer con el alma en los labios.
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