En Un Roce de Ti…

Tenía las manos vacías pero me las llenaron tanto de ti, quería grabar un acorde en el ordenador y el aburrimiento pudo tanto en mí, que salir a caminar se presentó como una mejor opción…

Tenía las manos vacías pero me las llenaron tanto de ti, cuando por la mañana el café no sonrío como lo hace casi siempre, y la ventana rota fue reparada por alguien que jamás conocí.

Tenía las manos tan rotas pero me las sanaron cuando te vi, cuando se acercaron mis ojos a la pulcritud de tu piel, al solsticio en tus labios, y en cada uno de tus abecedarios; a tu adjetivo que tanto me hizo sentir.

Tenía las manos tan frías pero hallaron tibieza en un roce de ti, en un discurso culminado con un beso y en el hogar que más guapa te ha visto latir.

Fueron los imposibles, el avant premier de los amores que nos van a persuadir, con su encanto y su preciosidad, los que acercaron tu ternura a mis noches de extrema libertad; fue tu inocencia y quizás la sangre de las uvas que se derramó en el piso la tarde que bailé contigo, como con nadie más…

Tuve las manos tan frías pero hallaron tibieza en un roce de ti…

©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 16 de octubre de 2,017


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Ismael y la Felicidad

Relato dedicado a mi hijo, publicado en el sitio web de Autismo Madrid. Aquí el enlace: http://autismomadrid.es/vi-cuentame-el-autismo/ismael-la-felicidad-relato-no-16-vi-cuentame-autismo/

Algunas personas que no me conocen del todo, dicen que yo no me porto bien, que soy un problema para seguir instrucciones y que las reglas del juego jamás las comprenderé. Sonrío dulcemente y creo que no han entendido que la regla más clara que tengo es ser feliz al participar; lo sabe papá, lo sabe mamá, por eso me alientan a seguir, con todo el amor que profesan por mí y por mis maneras; vivir es urgente, divertirse intensivo y aunque soy sólo un niño sé entregar por completo todos mis talentos, por eso en ocasiones me resulta imposible quedarme quieto.

Murmuran que no soy normal y al escuchar eso me alegro, veo su normalidad y aunque la respeto creo que siempre tiene muy pocos sueños; por las mañanas, cuando no tengo que ir al colegio, soy el mejor arquitecto, fabricando muros de juguete que mamá por la tarde destruirá permitiéndome con ello, al día siguiente, tener más cuidado en los detalles y corregir los errores de cálculo o de precisión que pueda cometer al crear.

Por las tardes cuando vuelvo del colegio, después de la siesta, busco a papá y él es el mejor en los videojuegos, pero siempre me deja ganar. Cuando el tiempo transcurre entre saltos, un poco exagerados, que doy cuando me emociono, todo es felicidad; pero cuando papá dice que es momento de dejarlo, que mañana volveremos a jugar, me impaciento, le aruño, le muerdo, a veces sé que le hago enojar y no verse muy cuerdo. Pero al final de todo mamá siempre vendrá para rescatarnos del mal rollo; y sabrá abrazarme y explicarme que llegó el momento de descansar. Y así como en el deporte del boxeo, luego del mal rato que pasamos con papá, sabremos resolverlo, con un beso y un te quiero; sin rencores, ni complejos, a nuestro modo, aunque nadie pueda entenderlo y sigan diciendo, algunas personas que no me conocen del todo, que yo me porto mal.

Ya aprendí a gritar ¡Gol! cuando papá mira el futbol, a pintar en las paredes tal y como mamá pinta sobre superficies de texturas varias; no me importan demasiado los goles, pero pateo un pequeño balón por toda la casa y sin detenerme en busca de que se equilibre un poco el ambiente; no me importan demasiado los diseños al pintar, pero todos los personajes de las caricaturas que yo veo, lucen bien cuando dibujo sus retratos en las paredes de mi cuarto y también cuando con plastilina los voy creando y hago sentir muy orgullosa a mí mamá.

Esas mismas personas que no me conocen del todo, dicen que papá y mamá deberían imponerme muchos más límites; pero papá y mamá creen que los límites necesarios para mí son los que me guíen a respetar a los demás y a respetarme; que al crear no hay límite que valga, puesto que no existirían millones de obras maravillosas, en todo arte, de no ser por la falta de límites y de miedos que tuvieron sus creadores al lograrlas.

Soy tan increíble, tan duro y tan sensible, apasionado por las cosas que me encantan y desentendido de lo que no me resulta prioritario; tengo un corazón tan grande para amar y para aceptar que aunque hay otros que no piensan y no sienten como yo, tienen derecho a una vida feliz sin la obligación de intentar encajar como condición.

Digo frases en castellano y en inglés, me encanta cantar y bailar; una vez mi terapeuta de lenguaje dijo que aprender frases en dos idiomas distintos me iba a confundir; es bueno contar con papá y con mamá, con su desobediencia a ciertas reglas, de lo contrario yo no podría expresar tantas cosas que siento, que necesito y que descubro; al final de cuentas, qué más da en qué idioma lo diga, si el idioma que a cabalidad con papá y mamá entendemos, es el del amor que siempre nos tendremos.

Seré el mejor en todo cuanto me decida a practicar, deporte o diversión, arte e imaginación, si soy feliz al participar; es tan bonito ver que cada vez hay más personas rodeándome que comprenden mi forma de ser, mi forma de sentir y de mover, sin voltear a verme raro, sin alejar, de mí, sus sentimientos más humanos.

Y quizás algún día el mundo aprenda a girar como giro yo, sin marearme, quizás algún día el mundo aprenda  a moverse como me muevo yo, con alegría; a enojarse como yo me enojo, con toda la rabia encendida, misma que se me olvidará enseguida. Quizás algún día el mundo aprenda a reírse como me río yo, hasta con las encías, quizás algún día el mundo aprenda a amar como amo yo, con sinceridad y sin mentiras; sin fingir lo que en el momento no sentía.

Quizás algún día el mundo juegue al futbol como juego yo, sin preocuparse tanto por los goles, por las anotaciones, y disfrutando más de reducir su ansiedad; así como yo procuro controlar mi propia ansiedad, con la que me bendijo Dios y que recorre todo mi cuerpo, cuando muchas ideas, sonidos e información, vienen a mí al mismo tiempo.

Una tarde de estas iré nuevamente al parque, con papá y con mamá, volveré a jugar al baloncesto con un balón que jamás encestaré, por simples cuestiones de estatura y del viento; pero ellos no me dirán que lo deje de intentar, ellos me han enseñado que lo imposible es solamente algo más…

©®Messieral  | messieral.com

“Dedicado con todo mi amor
a mi hijo Luis Santiago Ismael”

VIDEO RELATO «EL AMOR EN LOS LIENZOS DEL PISCO SOUR»

Los remanentes de un amor invencible, indestructible, incansable en el recuerdo y en todas partes; a la hora de hacer el amor… «Fuimos la corteza en la que se talla el amor con corazones, pero vacía de mentiras»

►Nueva sección en mi canal de YouTube, mi primer video relato: El Amor en los Lienzos del Pisco Sour. Suscríbete a mi canal y dale like al video para apoyarme. ¡De antemano muchas gracias por estar!

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Sueños Para No Entender

Suelo despertarme a las tres de la mañana pensando en ti. No es que importe demasiado, pero llevo así tantos años que ya te empiezo a querer. A veces antes de dormirme tarareo aquel silbido que una vez escuché nacer de tus labios y morir en la pared; cuestión de percepciones, cuestión de no entender.

Después de esa dulce hora de la madrugada en la que pienso en ti, mi sueño se proclama vencedor y ser vivo, así como han proclamado al Ganges; te imaginas tal historia sin llegar a comprender; lo que hace falta ver para que un grupo de humanos cuide su hogar de otros humanos.

Y al volver a dormir sueño que estás, un poco más cerca en realidad, abrazando mi vida como protegiéndola de mí. Sueño con el aroma de tus pasos y la inocencia de la palabra más honesta, creada con las letras de tu abecedario; me quedo enlazado a una especie de trance, protegido por tu voz; a veces la calma es mucho más que una batalla cuando ya se terminó…

©®MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 28 de marzo de 2,017


Esta entrada es el principio de mi relato Sueños Para Despertar que próximamente será publicado en otras plataformas, espero que este inicio les guste y aperture sus ganas por conocer el resto del relato próximamente. Saludos.


De los de Verdad

Observaron sus manos inquietas, sus heridas rebosadas en sangre seca, repletas de tierra y recuerdos alternos; de futuros inciertos y una maldición, deliciosa, que juguetona lanzaba besos como historias.

Al percatarse, el más curioso e incrédulo de la ciudad, muy decidido, hizo con su voz esa pregunta:

—¿Cuál es tu profesión; a dónde van los pasos que marcan tu corazón?
—Soy poeta. De los de verdad. — Respondió —.

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 11 de enero de 2,017

Polvo De Diamante Para Dos

Aquella vez cristales de hielo se precipitaban sobre la piel debilitada de la ciudad, la caminata vespertina esa vez no iba a curar las heridas, el dolor, ni tan amargo sabor. La despedida se nos aproximó de tal manera que no tuvimos tiempo a reaccionar, ni a encontrarle una respuesta, al menos superficial, a todas aquellas preguntas que todavía flotaban como pequeños fantasmas observándonos.

El ingrediente primero podía sentirse, más que sobre la piel, en el centro del alma que adolorido sollozaba. La temperatura de la frialdad ante la ausencia de caricias y del calor de tu cuerpo se había implantado en el centro de mí y de cada uno de los habitantes de los universos que juntos descubrimos. Nuestra canción nunca volvería a devorar de la misma manera dos corazones, como el tuyo y el mío, como el mío y el tuyo, como el nuestro que era uno solo en cada ciudad que juntos conocimos. El frío intenso rodeaba a cada uno de los besos que nos dimos, mismos que agonizaban con tierna desolación, dejando a la respiración descansar de vida.

El ingrediente segundo se presentó borrando nubes y estrellas de los cielos, desdibujando las sonrisas que liberamos al viento cada día de nuestro idilio, no esperaba menos porque siempre supe que las catástrofes existen para desvanecer todo a su paso y tener que estar sin ti es la catástrofe más grande a la que tuve que acudir. Traté de elevar remanentes de tus miradas y de tus besos para que nuevamente existiera la posibilidad de un paraíso lleno de esperanza, pero fue inútil, no lo conseguí y a medida que los minutos transcurrían se iba agrandando el tiempo de ausencia, de vuelos comerciales y de aves, por el celeste brillante y el blanco pragmático del cierzo bajo el que nuestro amor fue parte de él… No te asustes y no hagas tanto caso, es sólo que sin ti, los cielos se han despejado de una forma tan preocupante. Si a ello sumamos el frío insoportable, sabrás que no es tan bueno respirar, no lejos de ti.

El  ingrediente tercero apareció por ocho quintos de siete lágrimas que derramé sobre una fotografía, en la que te volví a encontrar, se escondieron tan precipitadamente en ella con la intención de volver a tocarte la piel, pero fue imposible y la humedad se ha quedado a vivir en mi hogar, que siempre será tuyo, que nunca podrás olvidar. Y aunque por las noches los muebles sigan crujiendo, jamás pensaré que es a causa de entes del más allá porque no existe, para mí el más allá es donde te encuentres, ese lugar secreto a donde el invierno te llevó, para extrañarme tanto como ahora te extraño yo.

Polvo de diamante cuando los amantes, se alejan de tan hermosa ciudad, del universo del que fueron más que una parte y se aproximan a la espiral de seguirse amando sin aceptarlo y sin poderlo evitar…

Y así los gritos, toda la desesperación, el vino agredido, la triste canción, tanto silencio en poemas desnudos, muertes fugaces de cuartos hundidos; ya sin tu cuerpo, sin labios de amor, ya sin el viento, sin tu hermoso candor sólo me queda una vida ojerosa, un mal milagro que no se cumplirá, tantas preguntas sin verdades a medias y polvo de diamante esparcido en mis llagas, y la inmarcesible noción de no poder morir en paz…

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 30 de octubre de 2,016

SY LIEF (Parte I)

Componente de un indescifrable mundo, caminaba sostenido por el viento, en su cuerpo no quedaban fuerzas, la vio delicada y tendida en el suelo, esa imagen recurrente le debilitaba, estar cerca de la muerte siempre es y será un gran problema para el trocito de sensibilidad que como humanos, aún, guardamos en nuestro interior…

Él la conoció ocho años atrás en la estación de tren, la más grande de la ciudad, ella era una criatura perfecta y hermosa, en medio de todo el tedio de los horarios y boletos, de vagones y mendigos de estación. Ella se llamaba con S, la señorita S, era más que bella, le resbalaba luz por el rostro, parecía de cristal y porcelana al mismo tiempo, cuando sonreía el mundo entero suspiraba aromas de calma. Su cuerpo era una invitación a la contemplación y a la caricia. Él era el joven Y, de suerte trastabillante, de opaco calzado y alma indecisa, modesto y simpático, con la condición de sus prisas.

Se acercó decidido, toda la decisión que antes no tuvo, ahora, le recorría las venas adentrada en su sangre, la miró de frente y aunque nunca antes le había visto, supo que era ella, se precipitó de sobremanera y le prometió que no le haría perder su tiempo, que tenía algo muy importante que decirle, si ella aceptaba acompañarlo a la merienda.

Vino y otras exquisiteces no faltaron en su mesa, la miraba fijamente y luego, le dijo que aunque no le conocía de ningún sitio anterior, al menos no que recordara, quería estar junto a ella hasta el ultimo instante de respiración que su cuerpo le permitiera, que verla ese día, en ese instante, significaba para él empezar a vivir otra vez, le explicó que sin ella, por alguna razón, sabía que no tenía esperanza de ser feliz, prometió que no sería tan insoportable como de costumbre y que cuando lo fuera se disculparía trayéndole una rosa celeste bañada con gotas de manantial.

Ella estaba sola por la vida, con toda esa belleza que ya le pesaba, era tan inteligente que sabía no confiar en los incorrectos, en realidad sabía no confiar en nadie, pero algo indescriptible del joven Y le atrapó como si de un encantamiento sumamente aprehensivo se tratara. No pudo negarse y asintió sin sonreír. Su mente se quedó en blanco y sus ojos estaban fijos en el vaho que la voz del joven Y desprendía de manera tan poco natural.

La tomó de la mano y la guió con mesura al vagón número tres, el tren esperaba próximo a partir, ella se sintió sumamente sorprendida, pensó que él residía en aquella ciudad, al cuestionarlo con dulzura él respondió: Soy extranjero, siempre extranjero, excepto de dos lugares al primero nos dirigimos, el segundo será tu cuerpo.

Durante el viaje ocurrió un incidente, uno de los mozos del tren sintióse mareado perdió el equilibrio y cayó al lado del joven Y, antes de que alguien pudiera comprender lo que ocurría, los puñetazos le desarreglaron aún más el gesto, el joven Y se abalanzó sobre él y comenzó a golpearlo de forma tan intensa, de manera tan salvaje y sorprendente, sus manos no tocaban el cuerpo de su víctima pero aún así cada golpe era sumamente fuerte y calcinante. La señorita S alzó la voz, le imploró que se detuviera, que dejara de golpear y dejó el joven Y de golpear al mozo. Volvió a su asiento sin mencionar palabra alguna, ella no quiso preguntar nada al respecto, sin embargo a todas luces podía comprender que algo no andaba muy bien dentro del corazón del joven Y. Nadie en el vagón se atrevió a mirar ni de reojo al joven mientras bajaba del tren…

Fue por la noche que llegaron a una ciudad casi deshabitada, muy pocas personas podían verse caminando en las calles del lugar, él caminaba con paso firme y sin detenerse, le explicó que a veces se sentía muy incómodo con algunos seres, que aquel mozo no moriría, que se recuperaría y aprendería a no ser tan inepto en lo que hacía. Le contó que una zona lúgubre en su interior a veces le dominaba y que necesitaba de la luz que conoció en ella, desde el primer instante en que la vio, para entender la esencia de esa oscuridad sin quebrarse por completo…

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 17/03/2016

Gracias por sus ojos y por pasar a leer.
Próximamente la Segunda Parte de Sy Lief.
Mientras tanto para más historias visita mi sección Historias en Ascuas.

Mundo Nuestro (Nuestro Mundo)

Vivo aquí, en un mundo nuestro, a través de una webcam te cuido mientras duermes, lo disfruto porque es algo temporal, algo que te recordaré hasta el cansancio cuando nuestras manos se cansen de todo, menos de entrelazarse entre sí, menos de los paseos por el jardín, menos del -Buenos días amor, es curioso que mi mano te siga buscando con el mismo miedo de que no estés, como en aquellos días cuando me escondías en tu cuarto y nos besábamos la piel.-

Vivo aquí contigo, sólo contigo, y quiero vivir siempre así, junto a ti, demostrándote al final de mis días respirando, que todo lo que dije era cierto, que sólo me gustabas tú, que mis besos ya eran para siempre solamente tuyos, y que mi cuerpo, y que mi amor, y que mi sexo, y que mi ternura, y que mi verdad, que no quise nunca a nadie más en mi vida, que nací ese día en el que sin necesidad de decirlo me dijiste -Sí, a todo sí-
Camino muy rápido, pero a tu lado he decidido ir siempre a tu ritmo, cuidarte siempre, ser sólo tuyo, aunque rebaje en diez de estatus el arrabal del gato que te conquista día con día, no importa, porque mi hogar lo he encontrado en ti, y el lugar más seguro entre tus brazos, y entre tus piernas, mientras la vida me bendiga con ese placer de inmortalidad, de resurrección de cada célula mía que quiere poseer a cada célula tuya…
Sé que desde ya, podemos estar seguros y vivir felices así, soltando todo pasado que no tuvo que ver con nosotros, en proceso de la eternidad de nuestro amor, no existió nadie más, no intentes ni siquiera recordar, porque al mínimo intento ahí estará la imagen y sensaciones de mi boca en tu cuello, mi mano entre tu ropa interior y mi corazón rendido a tus pasos, con las manos afiladas, pues eres mía, y lo has sido siempre, nacimos para encontrarnos, descubrirnos y amarnos siempre, y no hay cabida para mínimo recuerdo de tu pasado, y no hay recuerdo mínimo de mi pasado en mí, el único pasado que conozco es el de tu labio por mi piel, y ¡Vaya que ha pasado…!
Te amo como ni yo mismo sé que te amo, daría mi vida por ti, y hasta el último latido de mi corazón ten por cierto que estaré enamorado de ti y planeando la mejor de mis caras serias para enamorarte desde el cristal del traje de astillas, pero para eso queda mucho tiempo, y claro que sería más sexy largarnos juntos, como quiero que acostumbremos, incluso de esta vida, para juntos llegar a la que venga. (En ese caso ambos sabremos enamorarnos, porque estar serios y con los ojos cerrados ya nos ha enamorado, a ti de mi cuando me has visto dormir a tu lado, a mí de ti cuando te he visto dormir a mi lado) (¿Qué si habrá erección también? Bueno, lo intentaré…)
Si algún día llegas a dudar de si soy el indicado para ti, el mejor, sólo recuerda la vez en la que te pregunté si te hacía sentir cosquillas en el clítoris… Si dudas de lo que sientes, seguro no dudarás de las ganas que tienes de mi lengua en ti, así que vendrás a mí de todas formas y algo lindo haré ese mismo día o al siguiente para enamorarte de nuevo, para que vuelvas a despertar a ese amor que se distrajo, aunque si no lo dudas mejor, porque no pienso dejar de conquistarte y enamorarte nunca, como no quiero que dejes de hacerlo tú, y porque no vas a encontrar a nadie mejor, como sé que no existe para mí nadie mejor que tú. ( Y no pienso dejar de hacerte sentir esas cosquillas)
Tengo la experiencia de un gato sin soberbia, en esto de vivir, nula, la verdad es que ya no me ocupo tanto de preocuparme de las cosas sociales, culturales, vivenciales, gramaticales, políticas y pendejistas, yo vivo si usted respira cerquita mío pensando: -Que bien me besa y me hace el amor este loco, se nota que lo enloquezco, que le encanto y que por eso lo hace tan bien.- (Somos gatos, vale la soberbia en tarros)
Vale tanto que espero no se pierda la hermosa costumbre, ni se pierdan los mortales que fisgonean las redes sociales en busca de algo diferente, el hecho de que algunas de las frases de tus cartas y poemas vayan a dar a mis publicaciones, y que algunas de las frases de estas manos que te encienden con su voz, vayan a dar a tus publicaciones en redes sociales, al oxígeno acelerado en tu respiración, al sístole bravo de tu acelerado corazón, y por qué no, una que otra en húmedos besos bajo tu ropa interior.
Soy el hombre más afortunado de la existencia, nací demente, canalla, vago, vendedor de flores sin aroma, guitarrista de guitarra sin cuerdas, cantante afinado en G de Gato, nocturno, gruñón, bribón, loco,  soberbio, insurrecto, sin ganas de agradar, sin ganas de tantas cosas, incluso de dormir, y aún así me amas con todas tus fuerzas y mucho más, y lo de la lista o lo has resuelto para restaurarme, o lo compartes y disfrutas a mi lado, soy tan afortunado que me besas los labios y el cielo mismo me cuenta que está hecho de.
© Copyright – Messieral | Luis Eduardo – Historias en Ascuas
Ciudad de Guatemala 22/04/2015