Ecos Artesanos

Me gusta la elegancia que siempre me ha traído abril,
el encaje en sus ligueros y el sabor de sus besos,
tantas ocasiones para sonreír y aquel concierto.

Me asombra el desafío que supone ser uno mismo,
el canto de los niños, sus benditos suspiros,
las mujeres de mi vida y su cariño,
cada manantial de ecos que me abrazan los latidos.

Soy de la piel del viento, del reto de volcán,
soy de la tarde en que te fuiste, en la que decidí no regresar…

No me apetece dar explicaciones,
si no lo hice en veinticinco años
no hay razón para comenzar,
no merezco el daño, ni alucinaciones,
ya fue bastante del anonimato,
ya no hay razón para permanecer intacto.

Soy de la piel de las que me amaron, del silencio de las que me olvidaron,
soy de las manos de mi madre, su dolor, y de las de mi hijo, su creación.

Soy un pedacito de aquel junio, la fortuna de noviembre,
el dueño de mi perecedero y ambulante diciembre.

Soy de las canciones que perdí, mucho más de las que no olvidé,
soy el repertorio del cuello de mi cama, de mil ecos artesanos,
del suicidio de mi guitarra, esta mañana, de sus tesoros abstractos.

Quiero deshacerme del más incómodo de los pasados
y quedarme con lo bello que viví y saboreé,
restaurarme y dedicarme el mejor de mis sonetos,
auxiliarme cuando no quede nada, al menos, por completo.

Quiero ser rasguño en la coraza libertaria,
un alfil determinante en la jugada…

Porque pienso que hay que sacar la basura acumulada,
no importa la cara que esta tenga o si nos seduce a mansalva.

Soy de la piel de las que me amaron, del silencio de las que me olvidaron,
soy de las manos de mi madre, su dolor, y de las de mi hijo, su estación…

 

Messieral
Ciudad de Guatemala 02/04/2016

Ecos Artesanos por Messieral

VIDEOPOEMA «EL SILENCIO QUE HAY QUE SOPORTAR»

Soportar el silencio de una ausencia es peor, incluso, que soportar el ruido de una despedida… «Soledad, cada átomo herido de una lágrima; complicidad, con todo el silencio que hay que soportar…»

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Lentamente

Lentamente,
de tu piel a tu verdad,
del suplicio que representa
verte caminar
en una dirección diferente…

Lentamente,
de los cimientos de aquel bar,
de no poder dormir ni descansar
al volver a pensar
en tus subterfugios que ensombrecen…

Lentamente; guarida de aguardiente
de sabor tenue, como un beso diferente,
que no enternece lo suficiente;
cuando insuficiente es extrañarte
a las doce menos cuarto y menos siete
de cada instante en que el silencio dura para siempre…

®©Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 5 de julio de 2,017

El Silencio que Hay que Soportar

Soledad, caída atemporal de una lágrima,
necesidad, toda la transitoria calamidad…

Y tú…

Vas con el viento sin mirarme más.

Y yo…

Aún con ganas de huir de tu mano princesa de cristal.

Soledad, cada átomo herido de una lágrima,
complicidad, con todo el silencio que hay que soportar…

Y tú…

Vas como el viento sin mirarme más.

Y yo…

Aún con ganas de poder escapar…

©®MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 28 de marzo de 2,017

En Silencio

Desde un punto muerto
a donde no podía llegar
mi desconcierto;
me observaba en silencio
entre cielos y misterios
que aún no entiendo.

No fue breve aquel tiempo
en el que por fin ocurrió nuestro encuentro,
ni pequeño el desconsuelo
de sus ojos casi perfectos
cuando me negué a aceptar una vida llena de sus besos.

Pero mis ojos estaban fijos,
como pasa en estos casos,
en alguien más que ya casi no recuerdo;
dicen que, a veces, no es el tiempo
quien impide los mejores encuentros
sino el infinito y antipático defecto
de no percibir un milagro cuando está listo
para transformar nuestras vidas por completo.

Espero que jamás cumplieras
lo que entre lágrimas decías
esa última vez;
espero que no ames por siempre
al muchacho que todo el tiempo escribía
versos sobre cualquier trozo de papel…

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 1 de enero de 2,017

Constelación (Todas Ellas y Ellos)

Yo no soy el protagonista de mis poemas,
ni el actor principal de mi historia
porque tampoco lo soy de aquella maldición
que me guardó, susurrada, el viento junto a la explosión.

Y no soy el humano traidor venido del sol,
ni un duende a veces eterno y otras tantas perecedero,
no soy la letra inicial de la palabra mejor,
ni un extranjero que no está de juego…

Yo no soy el protagonista de este teatro,
ni el actor principal de aquella canción
que sin condición me besaba los labios;
yo no soy el augurio precioso del mundo,
ni la letra inicial de ojalá o del cristal
que brillaba tan hermoso en aquel funeral.

Yo no soy mis amantes de antes,
ni la soledad que dejaron, de paso, gigantes
dudas con destino a precipicios
desde los que todas ellas me vieron caer.

Yo no soy mis orgasmos de siempre,
ni mi experiencia en caricias con guantes,
que me invitan a un viaje al pasado del tiempo,
desde las que todos ellos me hicieron perder.

Ya la vida pasó por delante de mi vista,
yo no pude esperarte un poco más,
así como tú lo pedías, así lo querías,
pero no pude esperarte más
y hoy no soy el protagonista,
ni el actor principal de mis sueños,
ni de las caricias propinadas justo a tiempo,
no soy el protagonista de mis dudas,
ni el actor principal de mis manos…

Porque en realidad todas ellas y ellos
son protagonistas de mi constelación…

Y al nacer ardiendo mis palabras son ascuas iluminando el silencio…

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 18 de enero de 2,017