Trapecio para el equilibrio exacto entre el amor y el sexo; mi misión es algo que olvidé hace mucho tiempo; pero intranquilos mis labios siguen siendo el epicentro.
Tengo la impresión de haberte amado unas horas atrás, creo que amarte no tiene principio y tampoco final; te sigo amando y hasta el siguiente ciclo sé que aquí estarás y aún me esperarás años atrás.
Nadie puede con nosotros, estamos por encima del pasado que si fuese estrictamente necesario repetir, una y otra vez sin descanso, lo asumiríamos pero sin soltarnos de la mano.