La alabanza oscura se aproxima a pocos centímetros de mis centímetros, como una fiera de instintos primarios incalculados, abre su boca y rodea mi fuerza; es magnética su postura y complaciente mi ingesta.
Dónde estarías hoy, a quién serías capaz de buscar; te hubieses perdido en nombre de la riqueza o estarías como hoy, en paz e intentando comprender qué es en realidad la cima…
Ha escrito otro poema hablando de mí, que casualidad, soy lo más cierto que sabe, el amor más sexual. La intensidad de un beso que no iba a saborear, el año bisiesto que le hizo falta a su realidad.
No vi amor tan perfecto en el mundo que el que contigo viví, tan grande y tan lleno de milagros que si terminaron fue solamente para aprenderlos a compartir.