Erótica, sálvame de la pesadilla,
de la madrugada en que no pasa nada,
del imperio de las peores mudanzas
que me aíslan de senos que imantan.
Erótica, sálvame de la cofradía,
de la añoranza de poca esperanza,
del amperio de ruines hazañas
que ensordecen prohibidas miradas.
Erótica, sálvame de la cobardía,
de la desnuda estrella sin ramas.
Erótica, sálvame de tanta sequía…
Blog Oficial de Messieral
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