Aquella noche, sin llegar a entenderlo hasta muchos años más tarde, al aceptar la derrota, él había entregado mucho más que la vida al aceptar que ella no volvería jamás… Aquella noche él regalo a sus motivos otra oportunidad y a sus sentimientos un universo que impaciente saboreaba una nueva posibilidad.
Ni cuando sangrante un corazón amenaza con rendirse es el final…
Brillar trae respuestas, sentir es el comienzo de un paisaje a mejorar.
©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 21 de enero de 2,017
Es cierto. Comenzar no es rendirse. Good night.
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