Comienzo a redactar la presente entrada aproximadamente a las seis de la tarde de un día previo a ser publicada, más que todo, por la necesidad de expresar de una mejor manera mis ideas y lo que siento en este blog.
Desde hace algún tiempo siento la profunda necesidad de compartirles algo más que poemas y frases a través del mismo… Y que complejo es decir eso porque, en realidad, es por medio de mi poesía que he conseguido ser parte del día a día de algunos de ustedes.
Siempre estoy propenso a las bifurcaciones creativas, a la duda y a la incertidumbre; a veces, tiendo a replantearme demasiado mis proyectos porque si lo que hago no me satisface prefiero dejar de hacerlo o, por lo menos, cambiar la manera en la que lo estoy realizando.
“Quizás no estoy vivo para grandes cosas, quizás desde las más pequeñas sea mi condena exaltar a las más bellas; quizás desde mi infierno e intimidad sea mi salvación
conseguir posicionar en su lugar a las más buenas.
Quizás no estoy vivo para grandes cosas, quizás la muerte aún no quiso hacerme parte de sus aceras porque no era justo arrebatar la vida a alguien que había hecho todo cuanto quiso sin temor al inevitable final de sus días; quizás no estoy vivo para grandes amores porque cuando los tuve, tuve a mal huir y dejar al amor en la soledad que no se merecía, en la soledad a que no pertenecía.
Quizás no estoy vivo para grandes cosas porque todo me aburre
y no me satisface lo que me desespera;
quizás no estoy vivo para grandes proezas
porque el universo no me atañe, ni su autodestrucción constante.
Quizás no estoy vivo para grandes cosas porque casi todo me resulta baladí;
quizás no estoy vivo para grandes cosas… Pero quizás sí”
MESSIERAL
Nota del Autor
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