Cuántos compromisos olvidaste al verme,
cuánto amor llegaste a sentir;
cuántos siglos quisiste tenerme,
cuánto dolor debajo de ti.
Cuántas más cosas quisiste contarme,
cuántas más veces te ibas a vestir;
cuánto sigilo en tu piel inocente,
cuánto rubor muy dentro de ti.
Cuántos compromisos olvidaste al verme,
cuánto candor te hizo parte de mí;
cuántos motivos por la parte de enfrente,
cuánto deshonor para hacerme feliz…
—M.