Mis versos son diarios, anecdóticos o fantásticos,
mis verdaderos poemas se construyen con los años.
Me siento vivo y vuelto a anestesiar,
hay vuelos extraordinarios que no me podría volver a negar.
El epicentro de tu mala suerte fue mi vuelta a la vida, mi vuelta a empezar.
Lo que quería esperaba por mí en el mismo lugar, jamás me fui, retornar es construir.
Mis versos son diarios, tan caóticos como ingrávidos,
mis verdaderos poemas se presentan, van llegando.
Me siento vivo y vuelvo a respirar,
hay momentos tan ordinarios que debería rechazar.
El epicentro de tu mala suerte fue mi vuelta a la vida, mi vuelta a este lugar…
—Messieral