Mi mano alrededor de tu cuello, la derecha en tu crisma vaginal;
mi lengua alrededor de tu lengua y un lugar que te espera donde te solía esperar.
En que parte del cuento nos vamos a deletrear
desde que comienza el día hasta el día final.
En qué parte del cuento nos vamos a adorar
desde que comienza el día hasta el pecado inmortal.
—Messieral