Sangre fría, las pesadillas ya no asustan como antes y aún así, sería un placer abrazarme a tu cuerpo; quedarme entre tus piernas mientras todo pasa.
Sangre fría, las pesadillas ya no asustan como antes y aún así, sería un placer hundirme en tus besos; quedarme entre tus letras mientras todo amaina.
Sangre fría, las premoniciones no se anuncian como antes…
—Messieral