Gran viernes trece para amarte, para acariciar tus lienzos y reescribirme en tu subsuelo, para cortejar siendo astuto cada segundo de tu cuerpo terrenal con mi deseo.
No hay demasiado más que hacer, quizás seguir cantando solo al viento; y de paso ir aceptando que yo sigo adentro, que olvidarnos no es posible, lo sabemos bien..
Sé que puedo llamar a tu puerta a cualquier hora y de cualquier manera, que siempre me amarías en la caricia, sin importar que teniéndote mía me haya alejado tantos días.
Ahora sé tan poco de tu vida y tú sabes nada de la mía, somos caminos disidentes; y si nos encontráramos entre la gente sé que con alguien más te confundiría.
Mea culpa y haberte perseguido con flores por el camino de la sequía; excitarte con mis dos labios que malditos sabían, siempre sabían, al mismo pecado que tanto necesitas, que tanto te falta y te lastima.