Las Fronteras de Nuestro Último Adiós

No me muero por buscarte en un mensaje y tampoco por hacerte sentir mejor; si me muero de ganas es por escaparme un fin de semana entero hasta tu voz…

Y que me despiertes con tus besos en la cama que guardará nuestros secretos para siempre; yo me muero por hacerte saber donde me encuentro para que rompas las fronteras de nuestro último adiós al quedarte casi sin aliento.

No me muero por buscarte en un mensaje y tampoco por dar otra explicación; si me muero de ganas es por encontrarte un fin de semana desnuda y a todo color.

Yo me muero por hacerte saber lo mucho que te pienso para que rompas las fronteras de nuestro último adiós al quedarte casi sin aliento.

— MESSIERAL

Photo by Jonathan Borba
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Pies y Fetiches (I)

Acuéstate,
respira en pausa;
hoy, otra vez,
amar me calma.

Desnudaré
tus huellas mansas
y besaré
tu alma descalza…

Fantasías van,
fantasías vienen;
pero el fetiche permanece.

Fantasías van,
fantasías me pueden;
pero el deseo solo crece y crece.

Tiempos de fotografías desnudas,
de masturbación online,
pobreza del orgasmo a rabiar;
tiempos de falsos fetichistas
y pies prostituidos por variar.

No hay nada en esta vida
como arrancar tus medias con mis dientes
y desprender los ligueros de tus piernas
para recorrerte y saborearnos;
porque no hay un mañana
para lamer cada espacio entre tus dedos,
tus empeines y tus plantas,
tus tobillos y tu andar.

Morderte es un placer adquirido,
penetrarte el éxtasis más inmortal;
que poco saben las nuevas prostitutas
y los falsos fetichistas de poca inmoralidad;
que poco saben de sentir y dominar,
de entregarse a voluntad, de la ciencia
del sexo pasional…

Acuéstate,
llévame a casa,
noche de placer
a mansalva…

Ad(z)otarte es un placer adquirido,
liberarte del orgasmo vaginal,
como forma exclusiva
de los tristes y las que no conocen más;
que poco saben los amantes sin texturas
de la fantástica y cínica excentricidad.

Fantasías van,
fantasías vienen
pero jamás tendremos suficiente…

— MESSIERAL

Photo by Carlos Batista
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Poesía Erótica

Una pequeña hoja seca que podría pulverizar con el poder de mi mano, una piel que podría desvestir con el susurro de mi canto.

Un desvarío que podría provocar con el movimiento experto de mi lengua sobre el lienzo de la sensibilidad, la rosa sensibilidad de la femineidad en la apasionante melodía sin final…

Un intensivo orgasmo que podría soportar con los músculos nacidos de mi cuerpo, un primitivo gesto que podría conquistar a un huerto enamorado.

Un alarido que podría intensificar con el movimiento experto de mi sexo sobre el ruedo de la perpetuidad, la ampulosa perpetuidad de la jadeante y preciosa afinidad.

Y mi energía siendo una misma con su energía, poesía erótica para una constelación, inaugurada por los amantes recolectores de galaxias de estrellas milenarias…

Y mi salida siendo una misma e infinita entre las piernas bendecidas por la entrada de lo inevitable, para siempre en marquesina; por ejemplo, instalaría en su recuerdo también mis manos tibias y sensaciones que en ninguna otra parte experimentaría.

Poesía erótica para dulces rimas de la locura en tesoros escondida; que no la espina, ni la impávida sombra de lo que no marca y se olvida.

Poesía erótica para velas encendidas. Para velas inmortales e impulsivas…

— MESSIERAL

Photo by KoolShooters
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Tercer Acto (Amor para Ateos, pero Sólo al Callar)

En el tercer acto,
de esencia mortal,
aparecieron tus manos
y yo sin poderlas tocar;
un grito al silencio,
tu frío polar,
amor para ateos
pero sólo al callar.

Y corrían las persianas
de un atardecer, pero,
con un poco de celos
y con mucho dolor,
las estrellas no alzaron el vuelo
entre tus pasiones multicolor.

Caída libre, indecisión,
llanto de un día que desapareció
a la orilla del hermoso infierno
sin tocarnos acercarnos
a un sueño que no duró.

En el tercer acto,
de esencia mortal,
aparecieron tus ojos
y yo sin poderlos rondar…

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Ciudad de Guatemala 21 de junio de 2,017