Suena la porción
de la melodía más silente,
esa en la que no
existe otro universo que reviente.
Y te puedo mirar a los ojos
sin miedo a recuerdos hirientes,
te puedo cuidar los hombros
y a la vez nada prometerte.
Pero voy a ser parte de tu dolor,
esa parte que grita esperanza desde hoy.
Porque no todo está perdido
y aunque lo estuviera todo estará bien,
a veces el miedo es el peor enemigo,
con su absurdo modo de sobreentender.
Y te puedo mirar a los ojos
para hallar en el perdón un sol
capaz de iluminar el futuro
aunque todo acabe un poco peor…
Pero voy a ser parte de tu gran dolor,
esa parte que grita esperanza sin temor.
©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 7 de enero de 2,018