Dos mil ocho,
dos mil doce,
poemas sonoros
bañados en dulce de cobre;
dos mil doce,
dos mil ocho
poemas de noche
que siempre son.
Dos mil ocho,
dos mil doce,
poemas de oro;
gratitud al roce
y un verso que me hizo mejor…
©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 9 de diciembre de 2,018
Anuncios