El inicio de tu caricia es el paraíso inmenso, que promete las delicias de la vida, y el remanso de tu pecho el refugio predilecto de una historia que siempre irá a mí cosida…
Si me faltara tu caricia no habría mar para los veleros por las mañanas y por las noches cada pesadilla me abrazaría sabiendo todo lo que mi alma herida te extrañaría…
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Ciudad de Guatemala 24 de enero de 2,017