De aquellos besos me queda sabor,
el honor de amarte toda, sin fin,
pues de crepúsculos se llena la flor
y si te recuerdo te quiero vivir.
Ya no hay glorias desde esa noche,
los búhos mataron a los sinsontes
con filo de ausencia mortal, de sed,
y mis cometas orbitan tu quinqué.
Desfallezco pensando en tus besos,
te disfruto nada más en recuerdos
que dibujan tu cuerpo en mis remos.
©MESSIERAL | Poesía
Ciudad de Guatemala 11/07/2016