Me veías dibujarte mis poemas
bajo el cielo que otra vez te regalé,
les imprimías el color de tus cometas
y aquel fue el secreto que yo siempre te guardé.
Jamás supe cuánto tiempo transcurría
entre un beso de tu boca y mi caída,
jamás supe despertar sin esa melodía
que me recordaba que más aún yo te quería.
Y ahora vuelvo a los lugares de nuestra última vez,
todo parece distinto excepto que no estamos;
el miedo regocija toda nueva tentación
de buscarte y demostrarte que no te olvidé.
Jamás supe cuánto tiempo transcurría
entre un beso de tu boca y mi herida,
jamás supe cuántas nubes sonreían
al contemplar tu hermosa rebeldía…
©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 26 de febrero de 2,018
Dolorosamente bien escrito.
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Muchas gracias por leerlo y comprenderlo. Saludos!
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Un placer
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