Llevo un ángel guardián conmigo
desde que mi abuela me lo otorgó,
llevo un deseo incansable en mis latidos
desde que la suerte sencilla me venció.
Y tengo un teatro en mi corazón
con escenografías diversas,
en el que siempre una nueva función
me representa.
Llevo un maleficio conmigo
desde que el azar me lo otorgó,
llevo un deseo incurable en mis labios
desde que el deseo fantástico me creó.
Y tengo un teatro en mi corazón
con escenografías perfectas,
en el que siempre una nueva función
me reinventa.
©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 8 de noviembre de 2,018
Muy buena alegoría
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Muchas gracias. Saludos.
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