Es la blanca más morena que besé,
tenía buenas intenciones, buena suerte,
un rêve bizarre entre sus hermosas manos
y yo todo se lo quise cumplir, quise hacerla feliz.
Tenía la boquita siempre dispuesta a sonreír,
un corazón mecánico que repetitivo vibraba,
su sístole era una canción de esperanza
y su diástole la promesa de nunca faltar junto a mí.
Le gustaba preguntar oportunamente, se interesaba,
lloraba al ver películas románticas, yo soñaba,
me abrazaba mientras dormía junto a mí, no soltaba,
quería fundir su vida con la mía, yo impaciente me enamoraba.
Le dolía el dolor de otras personas,
yo no lo entendía, me contaba historias,
me buscaba los labios en las madrugadas
y encontraba mis caricias a su cuerpo imantadas.
Nos amamos y llovimos sobre el mundo,
la historia no terminó, cuestión de rumbos,
pero es feliz, me lo han dicho y lo sé,
yo soy un tipo normal que ya no bebe,
que trata de ser feliz y ya no teme…
© Copyright – Messieral | Luis Eduardo – Poesía
Ciudad de Guatemala 26/02/2016
Muchas gracias por sus ojos,
también les invito a leer estos poemas:
Yo Escribo Para Usted
Ser de ti…
Enigma y Tristeza
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