Vas a penas despertando y, yo,
ya te observo con los ojos del forastero explorando
un lugar hermoso que le calma la mañana.
Vas a penas despertando y los rayos de sol
sienten celos de tu brillo, de la luz a que invitas,
del halo de guapura que envuelve tu postura.
Se dibuja una sonrisa pequeñita en tu mirada
y tus ojos aún sin aperturar ya me encantan,
porque vas a penas despertando y, yo, veo
en tu mirada mi ciudad preferida despeinada.
Te despeinan mis manos al jugar con tu pelo
y es armónico el verbo del amor en tus labios,
tanto que vas a penas despertando y yo me enamoro,
con profunda inspiración, de tu abrazo a cerrojo.
Vas a penas despertando y mi corazón se decanta
por tu leve respiración exacta, por la constelación de lunares que hay en tu espalda.
Vas a penas despertando y mis palabras son odas
a la perfección de tus pestañas siempre hermosas…
Y es que vas a penas despertando y algo en mí empieza a cambiar,
me estás cambiando, me estás llevando a la creencia bella
de mis venas a tu amor, de mis presas a tu sol…
Y, entonces, comienzo a despertarme yo…
Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 31/03/2016
Vas a penas despertando por Messieral
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