Ganar un espacio de reposo
entre tanta suerte de cartón,
es aventurase a otros ojos
y dedicar una mejor canción.
Poder sentir que la actualidad
no es paso firme de impotencia,
que algo podría llegar a cambiar
y volcar en mis manos la prudencia.
Porque, al final de cuentas,
estuve ausente tantos años,
me refugié en libros con estrellas
en los que no vi a mis hermanos.
Y fue tal el despertar de mi niño interior,
en un mundo con lutos y sin vergüenzas,
que al principio sentí amargo dolor
pero vi a todos caminando y me hice letra
capaz de renunciar a mi asilo solitario e incómodo;
les vi caminar, andar, resistir y ahora resisto a su vera…
©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 14 de noviembre de 2,017
Ole
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