Ahora que los delincuentes se han ido a dormir,
yo me he vuelto capaz de ver fijamente a tus ojos,
de amainar las primeras tres lunas de un junio anterior
y aunque nadie lo entienda, te he vuelvo a reír…
Porque estar cerca de ti, no sé cómo decirlo,
me devuelve a la vida, me dibuja un camino
que no tiene otros pasos más que los que a ti dirigen,
como un granito de sal endulzando la arena de mi ayer.
Y pasa un abanico de letras dentro de mi corazón
cada vez que te miro y suspiro sonriendo,
gritando sin palabras que cada vez me gustas más,
me dueles menos, me atormentas igual…
© Copyright – Messieral | Luis Eduardo – Poesía
Ciudad de Guatemala 14/04/2016
Muchas gracias por tus ojos y por estar,
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