Desencanto de Mañanas Vertebradas

De camino por el borde de tus labios
sentir la angustia golpeando a preguntas,
las dudas y toda incerteza hacia los motivos
de saber si en verdad te amo o si aquella escena
eran solamente lagrimítas perdidas en su aguacero.

Pero no hay nada que temer, ni que explicar,
que no es carne de cañón un beso más,
ni el último abrazo dirigiendo la ruta hacia Nunca Jamás,
porque en verdad no hay nada que temer, nada que olvidar,
si es humo de cigarrillo la vida al centro de este universo,
si es un preámbulo exquisito el momento presente con su olivo
para actores tan ideales, como tú y como yo, en la habitación fundidos.

Que un segundo más para amarte o para fingir quererte
sea la causa de hacer vertebradas las mañanas al recordarte,
insomne soñando a tu lado aunque no repose junto a ti
porque el tiempo nos puso en otro sitio, en otro jardín,
en el que pensarnos con los suspiros y con el mohín rencoroso
de haber querido sentir lo que tan sólo fue un desencanto tan curioso.

Pero no hay nada que temer y mucho que explorar
en este último momento que la vida anuncia a roces
el holocausto perfecto que nos sucederá,
pensándonos tanto ya sin estar, recordando que el tiempo
en el que debimos sentir y entregarnos más… No es hoy…

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 31 de octubre de 2,016

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