Sofisticado es el lenguaje de un beso
que anuncia la entrega total de un cuerpo,
del corazón que late fuerte sin detenimiento
y del incendio que graba sus propios epicentros;
romántica es la noche en la que los enceres
debilitados del orgullo no estropean los amaneceres,
de una nueva provocación de la materia impaciente
que quiere amalgamarse como una misma brisa impertinente.
Y allí, en el espíritu de lo que la pasión construye
seré el solsticio de tu tarde que duerme sobre la lumbre
que un sueño ha creado para el deleite de las nubes;
y allí, en el alma de lo que la inacción destruye
seré el equinoccio de tu noche que despierta al querube
que en un sueño me hablaba de amor y mencionó tu nombre…
©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 4 de febrero de 2,017