Los Días Que Yo Vivo

Un asunto pendiente
y dentro de ese asunto
tanto pasado impertinente;
pero mírame a los ojos,
esta vez algo es muy diferente,
yo ya no tengo miedo ni dolor.

Y los días que yo vivo
se parecen tanto a revivir,
tanto a exclamar para sentir
que el viento siempre ha sido abrigo;
y los días que no he muerto
se parecen tanto a latir
en la nota perfecta y sonreír
a cada verso del equipaje que siempre vino conmigo.

Y los días que yo vivo,
los días que no he muerto,
sigo remando con las fuerzas
necesarias para ahuyentar mareas
que sólo estorban el paisaje en paz,
de mi inocencia, en esta gran ciudad.

Un asunto pendiente
y dentro de ese asunto
un invierno al que ignoro,
un verano que aún disfruto
y todas mis ganas de vivir,
alejadas de tus ganas de invadir
la tranquilidad de que soy dueño
y que no conocerás mientras
te permitas seguir siendo esclavo del dinero…

Intenta derrumbarme, no podrás,
intenta anestesiar mi claridad,
nada va a resultar, te lo advierto desde ya;
en la vida la parte ganadora
es la que no sabe que ha vencido,
al diseñar una mejor historia
que el resto de habitantes de un mundo tan ambiguo.

Deja que las olas del  mar
se estrellen contra mi pecho,
a mí me late un corazón
que ya nada podrá frenar;
deja que de nuevo venga el huracán,
mi armadura me esperará dormida,
recostada en la mirada de mil aviones de papel,
y mis armas tan sólo serán
éstas que ahora ves gritar, tan fuertemente, desde el centro de mi piel…

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 25 de enero de 2,017

Deja un comentario