La Rima Imposible de Bécquer

Yo soy la rima imposible de Bécquer,
porque el tiempo apremia y escuece,
como un batallón de miradas silentes
que a la vista de todos hoy fusila a un teniente…

Y soy de cronopios la triste razón,
un enjambre impermeable de dudas,
la mala molécula de la ternura
y un silencio que mata, y una brasa que muerde,
sin razón de ser, con la canción pegada a los dientes,
como un trapecista con red de cama de clavos,
un equilibrista con viento a favor de huracán…

Me trae la noche canciones de almíbar,
el ámbar plateado sexagesimal,
me pueden las ganas y antoja la culpa,
me bebo de un sorbo el espectro animal,
con Dios a la orilla de mi clandestina
soberbia endulzada en zarpas de cañón,
que no diga es mi culpa la virgen María,
si esto no ha hecho más que mercar,
me puede el convenio de almas perdidas,
el pesebre maldito de conspiración,
nos queda esperanza guardando premuras
del mismo purgatorio que nos ofreció…

La ofensa es una bala perdida
que no acierta en el blanco si no acepto yo,
es tan difícil no pecar en la mente
si veo tus piernas cruzar mi portal,
con un aguacero te encierro en mi cama,
con una explosión te aseguro ilusión
y es que soy un cometa sin órbita fija,
la malaventura del poema mejor,
una nota perdida en las manos de Siria,
el rechazo total a norteña ambición,
no me callo la boca si aún puedo abrirla
que me digan quién responde por tanto dolor,
yo soy el portal de tu buena esperanza,
una copla cantada a los gritos en Nunca Jamás,
a favor de las almas rotas de la historia,
con los verbos de Eva bajo nuestra piel,
no nos queda más noche sin droga cincel
y la idea siniestra del más puro Edén…

Yo soy el amante infiel de la luna,
el testigo del hambre inaudita y en paz,
una oración sin verboides mortales,
un velero con velas de plumas en su mortandad,
el valiente indeciso de tus manantiales,
una historia infinita que arde en el fuego,
tan intenso, de la tarde en que empecé a respirar…

El cielo tiene esta noche todas las mesas reservadas,
no hay más sitio para cometas hambrientos de sed,
te quitarías la armadura para decirme quién eres tú,
al final, no tienes que temer si una oportunidad se pierde
ya volverá a tus ventanas, como todas, no tiene que doler.

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 29/04/2016

Gracias por tus ojos y por estar,
para conocer más de mis poemas
te invito a visitar mi sección Poesía.

3 comentarios sobre “La Rima Imposible de Bécquer

Deja un comentario