Clemencia In Vitro y Rosario de Sueños

A ti te gustaban los pseudo poetas,
esos que riman corazón con canción
y canción con pasión, falsos astronautas,
imbéciles sociales y gaznápiros a todas horas.

No querías quedarte a dormir junto a mí,
desnuda y sin inhibiciones, a la luz del jazmín.

No querías venir a pasear por calles lluviosas,
por tempestades de un regalo verdadero y caro,
no querías llorar de felicidad, sí de heridas.

Y si tanto te gustaba sufrir para qué fui a curarte,
para qué fui a traerte a los fondos de un abismo
que no era mío, que era tuyo y no partía invicto.

Para qué te di una vida, un porqué,
para qué un escenario elegante,
sexo expertiz, amor verdadero,
clemencia in vitro y rosario de sueños.

Para qué te salvé si estando conmigo
aún perseguías ansiosa la pena,
para qué prometer domingos repetidos,
si siempre fueron aburridos, porque eran otros,
y no este que te escribe, el cerebro desintegrado.

Y ahora en un tateti que no lleva a ningún lugar,
me hace sentir tan aburrido, tan solo y quiero regresar
al tiempo en el que no te conocía para tener el favor
de la tempestad y elegir distinto infierno, uno que al menos,
proveyera un poco de calor, un poco de sudor…

Pero eso imposible, al menos puedo decir
que quien ya no disfruta de compartir
la cama contigo, ahora, soy yo…

MESSIERAL
Ciudad de Guatemala 29/06/2016

Amor de 3/4 a un Cuarto

Tu fragilidad es la mermelada en mis domingos,
mañana de risas y tocino frito con tanto amor,
helado de frambuesa y mil razones para estar,
para abandonar mi melancolía tras la puerta
y ésta última dejarla media abierta para que salga lo que esté de más.

Pero un día sorprendido por los soles en tu rostro
quise entender los misterios enigmáticos del espejo,
como distorsionaba la perfección de tu sonrisa constante
y llevé un beso a ella para que no se diera cuenta del infame.

Cantaste por la casa bailando una canción en 3/4
a mí me bastó un cuarto para llevarte y hacerte el amor.

Tienes el sabor de los arándanos del palacio de algún emperador
al que tendré que desterrar para ser el dueño de tan exclusivo sabor,
quiero quedarme contigo, divina, hasta que una estrella caiga en mi portal
sobre mi cabeza indicando que es hora de marchar, a otra vida,
que la alegría reencarna con el reto hermoso de volverte a conquistar.

Dame el pentagrama de tu vida que yo lo haré vibrar con notas pares,
que nadie se quede solo, que todos vayan juntos como tú y yo,
dame la tranquilidad que ahora preciso, tú la tienes entre dientes,
te la sabes de memoria y la estás comenzando a tararear.

Cantas por la casa bailando una canción en 3/4
a mí me bastó un cuarto para nombrarte mi gran amor…

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 29/05/2016