Lo Demás…

Del llanto de la membrana más fina de la pena
se aprende, con la necesidad de amor, a cantar
y en esdrújulos besos no he aprendido a olvidarte,
ni a cumplir la condena que trae atreverse a besarte.

Yo era tan feliz cuando por la calles tu aroma
impregnaba toda avenida con su donaire,
yo era tan triste cuando por los mares tus olas
arrancaban tu sabor, con violencia, de los aires.

Lo demás es tempestad envuelta en piel de seda,
un deseo noctambulo de agrietados labios rotos;
una melodía en honor al desastre y a su colmena,
en la que habita una abeja reina de tenues ojos
que se parece mucho a ti cuando su grito nos enerva,
como enervan las mansiones sepulcrales a los muertos.

Yo era tan feliz cuando por las partes de mi coima
esparcías maldiciones silentes que aún le duelen,
yo era tan triste cuando entre las manos la cocaína
te prometía presentarte el secreto de un contenido ángel…

Lo demás es tempestad envuelta en piel de seda,
un deseo noctambulo de agrietados labios rotos
que se parece mucho a ti cuando su grito nos everva…

©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 9 de septiembre de 2,017

Tu Amor me Enseñó a Amarte

Poema incluido en mi libro Dossier Para un Equinoccio, próximo a ser publicado en formatos digitales.

Tu amor me enseñó a amarte,
con el tacto de un silencio diferente,
uno que sana y no separa las caricias
de la mano de la que aparecen, de sus ruinas,
tu amor me enseñó a amarte sin mentiras
y el efecto perdura hasta el infinito,
ese en el que encerramos con llave nuestro frío,
nuestro nido habitado de momentos compartidos.

Tu amor me enseñó a amarte,
como ama el vicio a la boca saboreando
y al sexo como un momento subsiguiente,
un momento complejo, uno que no olvides,
que no olvides por el resto de tus días, en vida,
como me pasa contigo mi impronta sibila.

Tu amor me enseñó a amarte
y como aprendiz no supe nada diferente,
en los océanos arremolinados del horizonte
es tu voz la que me parte y me comparte
con las fibras hermosas de la luz insurrecta
de tu figura que ahora es ajena, de la vida, del mundo y de mi pena.

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 06/08/2016


CONTACTO & REDES
messieral.com
E-mail: luiseduardo.messieral@gmail.com
Facebook | Twitter | 
Instagram | Tumblr | Youtube


cropped-wordpress-portadas-2016-agostoxy.png


En la Casa del Buen Vino Popular

Puede una luz secreta tergiversar
el triste boceto de nuestra debacle,
cantar a la luna dos modales envejecidos
en la casa del buen vino popular.

Arreciarán las nubes su albura
postergando el incendio sideral,
venderán sus caricias por las esquinas
de un cielo irredento con sabor a sal,
la misma sal que puso al mundo sombras,
de manzana verde, para intentar sanar.

Ardid azul es tu mal amor,
tus caricias francotiradores desalmados,
no lo has notado pero hay un demonio
en la parte trasera del asiento en tu pasado,
ojalá que el tiempo anterior vuelva
y te lleve tan lejos de mi vida, tan afuera.

Porque mientras escribo este poema,
una lágrima de estrella pone triste al universo
y esa lágrima nace a mi favor, a mi tiempo,
como la última letra que aparece en cada libro,
esa que nutre o despedaza,
que es caricia o simplemente
el más hermoso de los tiros de gracia.

En la casa del buen vino popular
hay historias de tardes continuas,
un espejo levitando de amor
y ocho bayas cansadas de ti,
es posible que pueda existir
sin la fiera memoria de pena,
si es que acaso perdí mi andén
por andar contemplando tus cuerdas…

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 24/07/2016

Clemencia In Vitro y Rosario de Sueños

A ti te gustaban los pseudo poetas,
esos que riman corazón con canción
y canción con pasión, falsos astronautas,
imbéciles sociales y gaznápiros a todas horas.

No querías quedarte a dormir junto a mí,
desnuda y sin inhibiciones, a la luz del jazmín.

No querías venir a pasear por calles lluviosas,
por tempestades de un regalo verdadero y caro,
no querías llorar de felicidad, sí de heridas.

Y si tanto te gustaba sufrir para qué fui a curarte,
para qué fui a traerte a los fondos de un abismo
que no era mío, que era tuyo y no partía invicto.

Para qué te di una vida, un porqué,
para qué un escenario elegante,
sexo expertiz, amor verdadero,
clemencia in vitro y rosario de sueños.

Para qué te salvé si estando conmigo
aún perseguías ansiosa la pena,
para qué prometer domingos repetidos,
si siempre fueron aburridos, porque eran otros,
y no este que te escribe, el cerebro desintegrado.

Y ahora en un tateti que no lleva a ningún lugar,
me hace sentir tan aburrido, tan solo y quiero regresar
al tiempo en el que no te conocía para tener el favor
de la tempestad y elegir distinto infierno, uno que al menos,
proveyera un poco de calor, un poco de sudor…

Pero eso imposible, al menos puedo decir
que quien ya no disfruta de compartir
la cama contigo, ahora, soy yo…

MESSIERAL
Ciudad de Guatemala 29/06/2016

Tonight The Juggle and The Clown!

Te conocí con el maquillaje sobre la cara, reías, por dentro llorabas, había una pena besándote el alma y unas cuantas espinas rompiéndote con tormento. Me quitaba el sombrero al verte actuar, eras el mejor clown de toda la puta ciudad, me quitaba los miedos, un rato, con tu forma de hablar, me quitaban tristeza tus gracias y verte animar.

Una infancia perdida en humo de crack, por cada rincón de tus venas quedaba el recuerdo del ice, quién iba a ti a contarte lo que era la vida, si ya habías nacido y muerto en la misma, nada te sorprendía y durante tu adolescencia comías del suelo los restos del plato de Dios, te reías mientras le mentías a las personas contando una desgracia fingida, a cambio de algunas monedas, sabías muy bien que tu desgracia era peor, pero no te daba la gana impresionar de más, ni que sintieran una lástima total, así que aminorabas la pena actuando con el maquillaje pero sin antifaz.

Seguir leyendo «Tonight The Juggle and The Clown!»