Línea Sideral Acrobáticamente Guapa

De todas las cosas que en la vida
nunca lograré terminar de comprender,
allí estás tú, otra vez tan cerca, enviando mensajes del pasado
al buzón de mis nostalgias para hacer acto de presencia en un recuerdo,
uno que no se diluyó, ni se diluirá hasta que fuerza intensa
sea capaz de borrarlo por completo de mi nueva apuesta.

Es tan recurrente el deseo hermoso de querer besarte,
de volver a aquella luna que hiciste infinita al desnudarte,
con tus pechos tan sublimes y esos ojos bellos de octubre,
que son trece los días de un mes en los que se alinean los instantes,
que son ya cuatro veces que te lo vuelvo a decir, que vuelvo a recordarte
y es que es tan difícil olvidar la razón por la que fuiste más feliz,
cuando comparas y el presente trae hiel en su adrenalina poco sutil.

Y aunque en mi corazón aún se habla de tus sabores,
y aunque en cada suspiro que me brota aún te saboreo,
me puede un poco la razón a cuatro años de ese año,
de esas lunas y la cama de ese hotel, de la tormenta,
de la azotea sin la guitarra, del no está bien y sortilegio
en tu cuerpo desnudo que trajo un Dios bajo tus lienzos,
el único en el que aún creo, pero que como todos yace lejos,
así que me he puesto a pensar si volver a verte como propones
sería una idea tan sensata como aseguras o disparatada como supongo.

De qué serviría volver a sonreírte de frente
si tu sonrisa no amanecerá junto a mí a diario,
de qué serviría volver a besarte frente al lago
si no volveremos nunca más, si no habrá nueva vez,
de qué demonios serviría volver a surcar tu cuerpo
si no podría acompañarte siempre, juntos hasta la vejez.

Probablemente no quiero volver a besar tus labios
si no habrá próxima vez, si no volveré a verlos,
si en Europa morarían mis más grandes anhelos,
y yo tan lejos, y tan propio de la ciudad de la que huimos,
de la ciudad a la que has regresado un breve tiempo,
como el agua a la arena sólo para remojarla,
quizás llueva fuerte mañana también en nuestra plaza.

No habrá un último round pelirroja de diadema blanca,
no habrá un hotel que pueda abarcar tanto deseo, tantas ganas,
no habrá un lago capaz de soportar todo el sudor que emana del amor
que hasta ahora prometes y tienes, cual si fuese posible uno y dos, o trece.

La tormenta ha escampado, y sonrío cuando te pienso,
ya no duele y el recuerdo más hermoso serán tus labios,
la perfección de tu sexo, la marca en tu tan simétrica espalda,
los ángulos pluviales de tus hogueras, las cincuenta dudas por si acaso,
esa noche y todas las tardes, las mañanas bajo el árbol, las huidas del mes de marzo…

La tormenta ha escampado y sonrío al desearte,
porque no hay deseo mayor, no hay fuerza más grande,
pero echarte de menos quizás sea más hermoso que volver a perderte,
que volver a pedirte que te alejes, que volver a aceptar la caída del vendaje
y sentir que no sana la herida de tener que dejarte,
y sentir que mi voz se incendia sólo si está de tu parte…

No habrá un último round pelirroja de diadema blanca,
no habrá un hotel que pueda abarcar tanto deseo, tantas ganas,
ni un instante en el que olvide tu historia, tus besos
y aquella canción que Fernando, aquel día, tantas veces nos cantó…

Hasta Ti Mudanza,
Hasta Tu Mañana,
Línea Sideral Acrobáticamente Guapa.

MESSIERAL
Ciudad de Guatemala 03/06/2016
(De Fondo Fredi Leis Cantaba -Siempre Quiero Verte-)