Pies y Fetiches (I)

Acuéstate,
respira en pausa;
hoy, otra vez,
amar me calma.

Desnudaré
tus huellas mansas
y besaré
tu alma descalza…

Fantasías van,
fantasías vienen;
pero el fetiche permanece.

Fantasías van,
fantasías me pueden;
pero el deseo solo crece y crece.

Tiempos de fotografías desnudas,
de masturbación online,
pobreza del orgasmo a rabiar;
tiempos de falsos fetichistas
y pies prostituidos por variar.

No hay nada en esta vida
como arrancar tus medias con mis dientes
y desprender los ligueros de tus piernas
para recorrerte y saborearnos;
porque no hay un mañana
para lamer cada espacio entre tus dedos,
tus empeines y tus plantas,
tus tobillos y tu andar.

Morderte es un placer adquirido,
penetrarte el éxtasis más inmortal;
que poco saben las nuevas prostitutas
y los falsos fetichistas de poca inmoralidad;
que poco saben de sentir y dominar,
de entregarse a voluntad, de la ciencia
del sexo pasional…

Acuéstate,
llévame a casa,
noche de placer
a mansalva…

Ad(z)otarte es un placer adquirido,
liberarte del orgasmo vaginal,
como forma exclusiva
de los tristes y las que no conocen más;
que poco saben los amantes sin texturas
de la fantástica y cínica excentricidad.

Fantasías van,
fantasías vienen
pero jamás tendremos suficiente…

— MESSIERAL

Photo by Carlos Batista
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Acerca de «Poesía Messieral»

Poemas, canciones e inspiradas letras del autor Messieral.

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No se Juega con El Corazón de un Poeta

Tenía planes extraordinarios,
para lo ordinario ya habían demasiados,
quería alcanzar las estrellas con mis manos
y sentí que era posible, cuestión de silencio y tiempo.

Me enamoré tanto de ti, te juro por el universo que sí,
y pensé en conquistarte, en enamorarte tanto así
que un día por fin me dijeras: No puedo vivir sin ti.

No fui como el resto asegurando que darían todo por quien aman,
lo sabes muy bien, no te lo aseguré pero todo te lo di,
no se juega con el corazón de un poeta, no has entendido nada,
hubo veces en las que te mentía pero era solamente para decirte
que sólo a tu lado ser feliz podía.

Y eso para hacerte bien.

Vi como se iluminaron tus labios y la borrachera de tus ojos,
vi intacta nuestra tercera primera vez, cuando al fin pudo ser,
de ninguna forma imaginé que aquello era un cuadro de presagios,
que los miedos eran más que el mismo amor, mucho más que los años.

Vi mis lágrimas transformarse en rabia, mentira es mentira,
engaño es engaño y un alma herido son tantos más heridos.

El holocausto yo lo viví en el cautiverio de tu amor, en tu invención,
tú me perdiste a mí, yo perdí el camino y por completo el corazón.

Y eso por hacerme mal.

Puse mi fe en ti como en la idea de que Jesús no murió en la cruz,
puse todo mi esfuerzo en hacerte feliz, en perdonar lo imperdonable,
en perder tantas oportunidades, una vida mejor e insuperable,
pero como todo egoísmo, no se alegra de fortuna ajena, me tuviste
a tus pies y a tu sexo sólo para saciar en parte lo que tanto temes.

Y hoy en la soledad, recostado en el regazo de la nada,
me arrepiento con toda sinceridad de todo este tiempo,
del encuentro, de esperar a que desenredaras tus miedos
para atármelos tan fuertemente al cuello,
de hacerte el amor a tu maldito ritmo, tan despacio, como despacio
pudo el tiempo ver cumplida de tus promesas un trocito…

Ojala pudiera revertir los daños, ojala te los hubieran hecho a ti,
ojala fueras la esposa de un idiota como los que preferías
y este escritor que hoy late a la deriva, no hubiese posando su amor,
su entrega y devoción en ti, ojala que el fuego me salve de tu voz.

Porque no alcanzo a entender el sentido de esta historia,
ni de esta absurda canción su veneno en sonido
y ahora estoy solo aquí extrañando al amor
tanto como a mí mismo, como a mí mismo…

MESSIERAL
Ciudad de Guatemala 14/06/2016