A Veces la Poesía no Dice la Verdad

A veces la poesía
no dice la verdad
y me entretengo describiendo
toda suavidad, toda perfección
sin ponerle un nombre o condición;
a veces no tengo ganas de iniciar
una historia o un quizás
y aún así te verso como versa mi ciudad…

A veces la poesía
no dice la verdad
y juro que te amo
cuando en realidad
tan sólo quiero conmover tu humanidad;
quizás porque no confío en tus sentimientos
y la poesía es mi mejor recurso
para enseñarte a amar.

A veces la poesía
no dice la verdad
e impresiono a quienes
creen que todo aquello es en realidad;
y aunque es peor, aunque es mejor,
es necesario en ocasiones alejarse
de la misma urbanidad.

Pero cuánta estupidez
debiste cometer
que ya no confío en ti,
pero cuánta deslealtad
y cuánta idiotez;
mira si te has perdido
lo mejor que pudiste tener.

A veces la poesía
no dice la verdad
y es por ti…

©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 17 de marzo de 2,018

A Veces la Poesía no Dice la Verdad

A veces la poesía
no dice la verdad
y me entretengo describiendo
toda suavidad, toda perfección
sin ponerle un nombre o condición;
a veces no tengo ganas de iniciar
una historia o un quizás
y aún así te verso como versa mi ciudad…

A veces la poesía
no dice la verdad
y juro que te amo
cuando en realidad
tan sólo quiero conmover tu humanidad;
quizás porque no confío en tus sentimientos
y la poesía es mi mejor recurso
para enseñarte a amar.

A veces la poesía
no dice la verdad
e impresiono a quienes
creen que todo aquello es en realidad;
y aunque es peor, aunque es mejor,
es necesario en ocasiones alejarse
de la misma urbanidad.

Pero cuánta estupidez
debiste cometer
que ya no confío en ti,
pero cuánta deslealtad
y cuánta idiotez;
mira si te has perdido
lo mejor que pudiste tener.

A veces la poesía
no dice la verdad
y es por ti…

©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 17 de marzo de 2,018

A veces la poesía no dice la verdad… Say no more.

Escrito #27 de la selección Messieral MMXVIII

Publicación Original: https://messieral.com/2018/03/17/a-veces-la-poesia-no-dice-la-verdad/

A Veces la Poesía no Dice la Verdad

A veces la poesía
no dice la verdad
y me entretengo describiendo
toda suavidad, toda perfección
sin ponerle un nombre o condición;
a veces no tengo ganas de iniciar
una historia o un quizás
y aún así te verso como versa mi ciudad…

A veces la poesía
no dice la verdad
y juro que te amo
cuando en realidad
tan sólo quiero conmover tu humanidad;
quizás porque no confío en tus sentimientos
y la poesía es mi mejor recurso
para enseñarte a amar.

A veces la poesía
no dice la verdad
e impresiono a quienes
creen que todo aquello es en realidad;
y aunque es peor, aunque es mejor,
es necesario en ocasiones alejarse
de la misma urbanidad.

Pero cuánta estúpidez
debiste cometer
que ya no confío en ti,
pero cuánta deslealtad
y cuánta idiotez;
mira si te has perdido
lo mejor que pudiste tener.

A veces la poesía
no dice la verdad
y es por ti…

©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 17 de marzo de 2,018


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Carta a un Amor que no Sabía de Amar ni de Poesía

Soy lo suficientemente caballero como para siempre decir la verdad y lo suficientemente irresponsable como para sentir miedo, lo fui desde pequeño aunque para el mundo eso significara incordiar. Soy poeta y no me queda tiempo para arreglar lo que has roto, escribo y no tengo ganas de ser parte de tu historia oxidada.

Supongamos que no te diste cuenta de todo el amor que puse en ti, del empeño intenso que fabriqué para hacerte feliz, supongamos que no llegaste a notar mi sonrisa al verte, supongamos que no te hice saber lo feliz que me hacía pronunciar tu nombre…

Supongamos…

Aún así sería lo más profundo que pudiste sentir, aún así representaría lo más profundo que ser alguno llegó a sentir por ti alguna vez. Así que no te mientas más, ni me hagas más infeliz enredado en tus extraños vicios.

Porque siempre te hice ver todo el amor que puse en ti y siempre notaste el empeño intenso que fabriqué para hacerte feliz, di la verdad y admite que notaste mi sonrisa al verte, que siempre te hice saber lo feliz que me hacía pronunciar tu nombre.

Esto no se trata de segundas oportunidades, o terceras, infinitas, no se trata de un milagro divino que algún día llegará a repararlo todo, se trata de algo más profundo que aunque quisiera explicarte no sabrías entender, porque no amas, ni amaste, porque te amé pero para ti fue simplemente una oportunidad exclusiva para ignorarme y poner tu atención en idiotas e idioteces que el fútil tiempo se llevó con destino hacia la nada.

Pero no te preocupes, no es un asunto personal, es tan sólo que soy poeta y de mis versos me cuido, escribo y la tinta no moja en totalidad el consagrado alma del gorrión. Tengo alas de papel que con este viento frío saben planear una huida, un itinerario, un momento pequeñito para no volver jamás.

Y a volar…

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 13 de Octubre de 2016

De No Estar Solo

Nunca supe escribir amor en silencio,
el instante preciso de un beso
fue siempre, para mí, el paraíso en su verso
y dos cositas que siempre te dije al oído
resulta que eran verdad después de tanto.
No te apures que mi abrazo no lo borra el tiempo,
lo sabe la estrella más roja de todo el firmamento
y una acróbata satisfecha con número y tres sueños.
Nunca supe escribir amor en completo silencio,
sin el sonido de alguna canción no tiene sentido,
a mí me gustas tanto que no sé describírtelo
y si acaso logramos entendernos que nos cante el viento,
porque ha nacido en mi interior una sonrisa,
no prometo una mejor versión sino hay sintonía,
me gusta tu aroma de orquídea, tu pasión por la ironía
y si quieres saber soy capaz de exponer esa herida.
No te apures que mis caricias no las borra un ciego,
lo sabe el vocablo bendito que augura tantos portentos
y una simpática chica de piel morena de quien fui aposento.
Yo no quiero escribir amor sin sus gritos de euforia,
sin orgasmos y sin redoblantes de qué sirven esas tardes,
en las que se promete a la luz de la luna una que otra mentira.
Nunca supe decir te perdono, porque en realidad no sé cómo,
no me siento capaz de cantar a la sombra de un árbol
todas esas historias de gente que se amó demasiado,
todas esas historias de gente que se odió a fríos daños…

Y a pesar de todo, aún me habita el alma de un monje
que tiene la fantasía sexual de no estar solo y que no cede.

MESSIERAL
Ciudad de Guatemala 04/06/2016