Los Puntos Cardinales de tu Carne

Besos de antología y noches sin dormir,
cuentan que en aquel callejón de esmeraldas
se aparece un verso en la falda de una mujer,
como si fuera poco tratar de entender
todas esas estrellas y cada singular silueta
de un poema que no quiso huir…

Hay algunas mareas tan llenas de vida
que resulta imposible no mirar,
en el caso concreto de tu silueta
quiero admitir que me quema
y no hay un mejor paraíso que ese en tu boca,
no hay luz más trascendental que la de cada una de las esporas
que se dispersa después de un roce a tus cometas…

Y esa falda bendita es la que cubre tus piernas,
es la que anuncia la belleza que aún existe,
el furibundo mosaico increíble que excita
la maleza tan brutal e impertinente.

Y ese verso es el mismo enredo promiscuo
al que sometí a la poesía mientras besaba tus piernas,
aunque se olvida el horizonte de sus cuatro sentidos,
yo no me olvido de los puntos cardinales de tu carne
y me arrodillo ante ellos cual si fuesen altares conspicuos de Dios.

Todo desastre anterior era una minucia estaferma…

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 23/07/2016


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Escribirte es Como Herirme las Manos

Dormirme en tu cuerpo con la pesadilla de siempre,
un paseo por la luna sin la gravedad de este presente
que esconde bajo tu ropa interior tan malos porcentajes
y me obliga a recordar a quién eras hace ya varios martes.

Yo ya no sonrío si te veo pasar frente a mí,
si te quitas lo guapa para convertirte en mariposa,
ya no me encojo de hombros si tienes que irte,
algo dentro me avisa con tiempo: Esta ya no es tu historia.

Tus pechos sólo me recuerdan que hubo unos más sinceros,
tus piernas en flaqueza me hacen añorar las que me dieron fortaleza
y no sé cómo decirte que escribirte es como herirme las manos
con el filo de un incendio que me llueve al centro y a los lados.

Me río de mí y otra vez caigo en tu juego divertido
que consiste en prometer y no cumplir, en repetir y repetir,
repetir la mentira y el engaño tantas veces sin huir,
con la oblea entre las manos jugar a la tontuela faquir
y yo sin saber por qué motivo incierto sigo aquí.

Si tú ni me conoces, si tú ni lo sabes,
ni día, ni hora, ni segundo en que dejé de amarte.

MESSIERAL
Ciudad de Guatemala 10/06/2016

Insistir

Enamorado de ti, me caigo muy bien,
de tu radar impaciente y su vivir,
me late el corazón mucho más rojo
cada instante en que yo pienso en ti,
no hay colores que reconozca mi luz
si tú no quieres huir conmigo al sur.

Enamorado de ti, no tengo que temer,
de tus maneras de diosa princesa
y de tus huellas delimitando mi andar,
es un momento tan superficial
amar el atardecer cada vez que no estás.

Si el sol aparece tras cada noche
seguramente es para poder admirarte a ti,
si la luna toma su posición por las noches
quizás es porque espera tu secreto descubrir,
le he hablado tantas veces de tus caricias,
le he hablado tantas veces de tu mirar,
quizás aún no descifra la magia por la que te sé adorar.

Bésame y apaga el tiempo, el pasado y nuestro último adiós,
si esperaba un milagro, ese milagro fue mecer decantado
tu cuerpo pequeño y sublime esas noches antes de dormir,
es fácil saber por las piernas de quién uno quiere insistir…

MESSIERAL
Ciudad de Guatemala 06/06/2016

Por Buenos Aires y el Dolor…

Por enseñarme de tangos
y escuchar conmigo a Iván,
por quitarte la ropa y no los lunfardismos,
por el paseo de las cinco menos veintidós,
por saber lo bien que sabes cuando el vino
te hace frente con su lengua jalaife y su mordisco.

Camuñe, te juro que a diario recuerdo tu sonrisa,
no sé cómo pretendes que te olvide, no prometo nada,
pero cuando creo que lo logro siempre resulta que es cinco de septiembre
y me hecho a llorar sin lagrimear, con honores y fernet del malasangre.

Colifato aún por tus piernas, esas highways tan perfectas,
aún me jugaría la vida a los tiros, desde los once pasos, por vos,
y torrar en el sitio baldío, impetuoso y solitario de tu corazón,
pero ya no volteaste la vista hacia mí, fue definitivo y te aplaudo,
dar ese primer paso en dirección contraria a quien te escribe,
es posible que no haya sido tan desacertado…

Por tu sonrisa de diosa y ese cuerpo a cincel,
por los soles de madrugada y las lunas de los lunes,
por aquel paseo en la Plaza de Mayo y el beso,
por los sobrinos de los viernes y su mal de muelas,
por las noches en los telos, por tu aroma de quinoto,
por atar y ser atado, por ladrar y ser ladrado,
por tus verdes y tus rotos, por tu mano y tu portazo,
por el resto de mi vida y tu colchón, por tu huida y aflicción…

Siempre Gracias. Gracias Siempre.

Por Buenos Aires y el dolor…

© Copyright – Messieral | Luis Eduardo – Poesía
Ciudad de Guatemala 11/04/2016

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Simetría de un Desastre Inhumano

No voy a dudar y voy a seguir,
si quiere razones para huir se las voy a dar,
pero sepa usted que no me voy a detener,
si Asia y Europa comienzan a sumergirse,
en lo más profundo de las aguas, no lloraré.

Hay un pronóstico en reserva de maíz criollo,
vísceras de dragón esparcidas por el camino
y un infiero que abre puertas dobles para nosotros,
pero no me da la gana, que no me da la gana.

Tengo veintiséis y he vivido tanto,
el ice me hizo impermeable algunas noches,
tantas piernas de mujer hice cobijas,
estuve a punto de morir irremediablemente
y he salvado la respiración por una micronésima de segundo,
ha sido tanto como para venir ahora a equivocar el rumbo.

Satanás es una idea malintencionada
pero como hiere y como mata,
no me mire tan perpleja, despierte, mire atenta,
quítese la ropa, su cuerpo es un transporte
en el que usted elige si se va a un buen sitio o si se va a la mierda.

Cuídese el alma y no el rimel,
olvídese de la hora y el clima por un rato,
muéstreme sus trucos y sus cartas,
guarde el silencio y haga mucho ruido,
calle las voces en su cabeza, gloriosa afrodita
del desastre intenso no concebido, cometido.

Arrodíllese frente a la bestia, las marcas serán de agua,
su ingenuidad y desmesura le dejarán acorralada
por brazos indefensos de niños cortesanos… De Nada.

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 30/03/2016

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El dragón errante que usted vio

A subir la cabeza y no lamentarse
porque la vida de antes sabía mucho mejor,
a levantar la cabeza, prohibido inundarse,
otro rato de desesperanza me va a partir en dos.

Ya pisé los escenarios, la gente cantó mis canciones,
me escucharon en la radio, me leyeron las paredes,
recité en televisión, desvirgué el sano juicio del amor,
ya me dije alguna vez que estaba orgulloso de vivir,
ahora tengo una razón, un hijo delicioso y a seguir…

Es peso muerto este alma roto, estas lamentaciones,
aunque sea tan cariñosa la nostalgia, me va a desbaratar,
hay que seguir, meterle mano a la prudencia, no descarrilar,
dejar de estar para hacer feliz a alguien más, si me puedo marchar.

Me gustan con piernas más largas, con faldas más cortas,
y cejas de diosas, las mañanas y las tardes en mi ciudad.

Continuar sin ganas pero con honor,
no desfallecer ante el insensato pudor
y joderse uno mismo la vida, si hace falta,
pero no dejar que se la joda a uno alguien más.

Que esa presencia me agobia, roba mi libertad,
aburre las diversiones de mi vida, causa herida
y yo, señorita, soy el dragón errante que usted vio,
soy ciudadano del mundo y no de su colchón,
soy explorador de las pieles y no de su pasado y estrellado dron.

Perseguir los sueños que aún vigentes laten,
aunque no vuelvan nunca las mujeres que olvidé,
sé que para vivir y ser feliz aún no es tarde…

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 22/03/2016

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Corazón Sangrante

Estaban dentro del auto, blanco nada inocente. Se llevaban las sonrisas y los besos a la boca. Hoy son otros, le canjearon a la muerte su distancia. Se querían tanto y se encantaban, se besaron como nadie nunca los besó. Tenían planes para ir de gira a cada bar de su ciudad y acabar con el vodka en compromiso de otros planes despertar. Se veía tan hermosa y él tan seguro en su perplejidad, caminaron de la mano por el centro comercial, algo nuevo para ambos, algo de verdad.

Ella se veía en el espejo del retrovisor, él le abrazaba la cintura y le decía: Hoy estás mucho mejor, ella siempre sonreía, hasta cuando se ponía seria, con ese Eris que aparecía iluminado entre su boca, juntos eran como estrellas binarias y sus cuerpos un mar intenso de nervios al roce. Se decían la verdad muy suavemente, él pensaba que estaba cerca del mar cuando la escuchaba hablar y ella escuchaba quietecita cuando a él le daba por cantar.

Se amaron sin decirlo y se besaron sintiendo el fastidio de los segundos escapándose, se besaron tanto y se besaron tan bien, que hoy no hay beso que iguale aquellos, que eran de una clase y elegancia exclusiva de amores posibles infragantis.

Se llenaban los bolsillos con poemas, él se recostaba en sus bellas piernas, le mordía la falda para ponerla nerviosa y ella, mientras leía un nuevo libro abría levemente sus piernas, él perdía toda seguridad, como nunca antes ni después, recostado en esos muslos tonificados de Colorado Columbine.

A ella le gustaban las mujeres, pero no pudo con él, por él hizo una excepción, constancia firme y fiel de ser el primero y el mejor. Fue tanto el descalabro de la historia, que no se pudo adoquinar un camino para ambos y así acabó.

Hoy la piensa en la distancia, tiene miedo de que algo malo le ocurra, sabe que en instantes se le olvidará, pero en este instante la tiene tan presente. Le jura en el viento que está seguro de que nunca encontrará nada más bello, ni una rudbeckia bicolor, ni un lirio de los valles, ni las orquídeas, ni todas las flores de cerezo del mundo podrán nunca compararse con su intensa imagen de corazón sangrante. Y así acabó…

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 22/03/2016

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Bite & F.M. Please

No te preocupes por mi novia, ella me ha hecho mucho daño antes, un poco que le cause yo no estará tan mal. Me han contado que volviste a la ciudad en un vuelo europeo, que volviste con la misma falda de la última vez que te la quité. Que tu cabello sigue siendo rojizo pero con reflejos gris retorno, que un tatuaje en tu tobillo fue la sensación del aeropuerto. Y cómo no, recuerdo cómo aterrizaban siendo aeroplanos mis besos en ellos, me alegra que a mi salud ahora la tinta plasme un -Bite & F.M. Please- en esos salientes hermosos de hueso y piel, que al recorrer con mi boca te hacían estremecer y pedirme más, mucho más.

Ayer me llamó tu amiga, organizadora de todo evento de magnifica importancia, te veré el lunes, quizás el martes, quizás ambos días, quizás te arranque la ropa y te devuelva las ganas, quizás dure mucho, quizás dure nada, pero lo que duré será la antesala de la promesa de salvación que me dejaste, porque si vas a hacerlo este es el momento, lo he sufrido y padecido todo, hasta lo que no debía lo he pagado, así que sálvame, cuándo tú quieras y como lo desees pero sálvame, que me está empezando a enfermar la voz de toda la gente a mi alrededor y sus miradas, a sabiendas de que estoy fatal, de que estoy ansioso hasta la médula ósea.

Sálvame que ahora estoy seguro de que no existe otra mujer capaz de hacerme sentir en calma, de brindarme la paz que merezco y acompañarme en la libertad de decir lo que venga en gana. Sálvame que ahora estoy seguro de que no existe nadie como tú, de que con toda la confusión que te llevaste dentro de tu alma, eres perfecta, con toda la confusión, eres la única que puede amarme, lo que nos duró tan poco el año del desastre te juro que fue para mí lo único eterno, lo único que no se ha ido, lo único que nunca se ha borrado.

Nadie como tú hizo del agua hielo para juntos danzar al compás de los filos armoniosos y del candor de lo que supone tomarnos las manos, nadie como tú me dijo la verdad aún sabiéndo que me perdería, nadie como tú me ha perdido con el coraje y el honor con que lo hiciste, por eso te recuerdo, por eso sé que eres tú. Por cada tarde en tu auto contemplando el entrecejo de Dios, por mi mano en tu pierna y tu pierna en la mía, por el vaho incoloro de ventanas abiertas y el gemido de la vida misma nacido en la paleta de colores al tiento.

Nadie como tú hizo del fuego cobija para juntos dejarla a nuestros pies mientras nos vimos desnudos, nadie como tú fue directa a mi sexo con una devoción tan segura y tan adepta a mi gusto, tal y como yo a ti, tal y como yo a ti. Que no somos uno solo, sino un dos en los dados de almas que aunque lejos siempre se han pertenecido y sentido.

Cuando llegue a su fin el jadeo del reencuentro no te diré adiós y esperaré a que vuelvas, ya no estaré con la actual reina de mis pesadillas, seguro será otra más u otra más, otra más u otra tal que dejaría al instante, pero estaré esperando por ti, sueño erótico de mi justa condena, hasta que puedas quedarte para siempre y sentenciarme a cadena perpetua entre tus piernas…

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 12/03/2016

Mariposa Oscura de Pétalos Mortíferos

Valías más o menos la mitad de lo que no eras,
las penas se asustaban recostadas en tus abismos,
eras mariposa oscura de pétalos mortíferos…

Tus caderas eran litorales de agua fresca para hundirme,
tus piernas dos zancos inseguros, en la cuerda floja
de tu sombría y absurda manera de herirme.

La piel de la muerte era tu abrigo
y el diablo un amigo de tantos,
mortecina intención en tu paladar,
mariposa oscura, dañina y hermosa,
seductora y terrible manipuladora.

Tu elegante luna de tinta te decoraba,
me gustaba tu risa constante y densa,
me llenaban las arterias tus glaciares,
nómada en eso de fabricar altares.

Ahora tu recuerdo me persigue,
efímero y prudente, cada tarde
de marzo en la que te quedaste,
sin permiso ni respeto a habitarme…

© Copyright – Messieral | Luis Eduardo – Poesía
Ciudad de Guatemala 03/03/2016

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Al pan, pan y albino vino
La Blanca más Morena que Besé
Yo Escribo Para Usted

La fotografía: Mariposa Chupaleches, es propiedad y arte de Rocío Pardos a quien pueden seguir a través de su Blog: FOTOGRAFÍA ROCÍO PH y también pueden seguirla en su Fan Page de Facebook: UN VIAJE DE DIEZ MIL KILÓMETROS EMPIEZA POR UN SOLO PASO